Ana Clara Romero y una cortina de humo: se adjudica un proyecto de Hidrógeno Verde que LLA le primereó en el Congreso
El Gobierno de Chubut intenta apropiarse del proyecto de hidrógeno verde, pero la realidad es que Lorena Villaverde (Río Negro) lideró la iniciativa para atraer inversiones hacia su provincia. En un video junto al vicegobernador y compañero de fórmula, Gustavo Menna, Ana Clara Romero anuncia el dictamen del proyecto como propio. Al margen de ello, el proyecto más urgente para Chubut que es el de promoción y protección de cuencas maduras duerme en el Congreso sin apoyo, pese a todos las votaciones afines al gobierno nacional.
Con bombos y platillos más todo el aparato de publicidad, el Gobierno de Ignacio Torres salió a celebrar el supuesto protagonismo de Ana Clara Romero en la Ley de Hidrógeno Verde. En una gacetilla oficial, el mandatario provincial aseguró que la diputada del PRO impulsó la iniciativa que promete abrir la puerta a millonarias inversiones. Sin embargo, los hechos muestran otra cosa: la pulseada la ganó Lorena Villaverde, legisladora de La Libertad Avanza por Río Negro y la diputada Romero apoyó ese proyecto del gobierno nacional para que tenga dictamen.
Este intento de apropiación política es una maniobra repetida. Chubut busca mostrarse como pionera en la transición energética, cuando en realidad perdió terreno frente a Río Negro y otras provincias patagónicas. Romero, que fue presentada por Torres como la voz de Chubut en el Congreso y la encargada de buscar inversiones en el sector energético, otra vez aparece como una dirigente sin resultados concretos para la provincia.
LLA marca la agenda y los aliados acompañan sin beneficios para Chubut
El dictamen de mayoría en Diputados para avanzar con la Ley de Hidrógeno Verde fue posible por la conducción de Lorena Villaverde, presidenta de la Comisión de Energía, y por el apoyo de Martín Maquieyra, del PRO de La Pampa. Ambos fueron quienes presentaron la iniciativa que atrajo a más de 40 firmas de bloques oficialistas y opositores.
Romero, en cambio, llegó tarde a la discusión. Ya en el Foro de Hidrógeno de Puerto Madryn había reconocido que el Gobierno nacional tenía dudas sobre su proyecto y que dependía de una "cuestión de fe" que se tratara. Ese sincericidio la dejó en fuera de juego: mientras Villaverde capitalizaba la oportunidad para Río Negro, la diputada chubutense admitía que no veía margen político para avanzar.
El contraste fue brutal. Villaverde utilizó el tema para proyectar a su provincia como líder de la transición energética. Mientras que Romero quedó como invitada de reparto, pero intentó adjudicarse una estrella con videos en redes sociales.
El Gobierno de Torres, en modo publicidad total
La gacetilla difundida por el Gobierno de Chubut habla de "un trabajo en equipo" entre Torres, Romero y Gustavo Menna, adjudicando a la diputada un rol que no tuvo. La estrategia es clara: inflar los méritos de la legisladora oficialista para tratar de sumar voluntades en su intención de renovar su banca en la Cámara baja del Congreso de la Nación.
Pero la realidad es menos épica. Romero no redactó el proyecto ni condujo las negociaciones en comisión. Su aporte fue secundario y, en los hechos, fue Villaverde quien impuso el texto final. La diputada rionegrina dejó en claro que su objetivo es atraer las inversiones hacia su provincia y posicionarse de cara al 2027 como posible candidata a gobernadora, mientras Chubut quedó relegada a un lugar testimonial.
Este maquillaje comunicacional busca tapar la falta de gestión del oficialismo provincial. Torres había prometido que Romero sería la encargada de abrir puertas en el Congreso y gestionar inversiones, pero hasta ahora solo cosecha fracasos y fotos en comunicados oficiales.
Otro abandono: las cuencas maduras
El caso del hidrógeno verde no es un hecho aislado. Romero también dejó pasar la oportunidad de posicionar a Chubut con la ley para cuencas maduras. Presentó un proyecto que quedó archivado sin discusión y ni siquiera tuvo respaldo en medios afines.
Mientras la producción convencional declina y miles de trabajadores buscan trabajo por las calles de Comodoro Rivadavia, la diputada eligió no dar la pelea. Esa inacción se traduce en pérdida de inversiones y en mayor incertidumbre para las localidades petroleras de la provincia.
Romero entregó otra bandera de Chubut. Perdió la pulseada en hidrógeno, no impulsa la ley de cuencas maduras y su paso por el Congreso acumula más promesas que resultados. Mientras tanto, Torres sigue apelando a la feroz publicidad oficial para ocultar que, en materia energética, Chubut está resignando protagonismo frente a otras provincias patagónicas.







