Condenaron a la "mula" que viajaba con valijas de doble fondo: llevaba la cocaína desde Buenos Aires a Comodoro
El Tribunal Oral Federal condenó a Lidia Mabel Cárdenas por su rol secundario dentro de una organización narco que operaba entre Buenos Aires y Chubut. La mujer viajaba como "mula" para trasladar cargas de cocaína que iban desde la Capital Federal hacia Comodoro, incluyendo el envío en el que llevaba 6 kilos ocultos en un doble fondo de valija.
El Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia impuso una pena de tres años de prisión en suspenso a Lidia Mabel Cárdenas, quien aceptó un juicio abreviado y admitió haber participado como transportista en una estructura dedicada al comercio de estupefacientes agravado.
Según la investigación, Cárdenas -vecina del barrio San Cayetano- viajaba en colectivos y vuelos hacia Buenos Aires, donde recibía la droga para luego regresarla hacia Chubut. Era una pieza secundaria dentro del esquema, pero cumplía un rol clave: llevar la cocaína desde CABA hasta Comodoro, en itinerarios previamente organizados por los jefes de la banda.
Los fiscales acreditaron que el grupo narco realizaba varios traslados entre mayo y julio de 2019. En esos viajes, la mujer llegó a transportar cargas que iban "de tanto a tanto", quedando finalmente probado uno de los envíos más significativos:
6 kilos de cocaína ocultos en una valija con doble fondo, secuestrados cuando fue detenida en la terminal de Puerto Madryn el 10 de julio de 2019.
Ese operativo también permitió incautar 19 kilos de glucosa, una balanza digital y teléfonos celulares.
La causa determinó que la droga era "estirada" y vendida al menudeo en un departamento de Aristóbulo del Valle al 1300, donde operaban Melvin Augusto Bonilla Rodríguez, Andrea Nerea Rubio y Junior Antonino Tejada Ceballos, todos ya condenados. Ellos elegían los viajes, compraban los pasajes y seguían los movimientos de Cárdenas, lo que permitió a la Justicia considerarla partícipe secundaria: sabía lo que trasladaba, pero no decidía ni el volumen ni el destino final de la droga.
El juez Alejandro Cabral destacó que no existen escuchas ni seguimientos que la vinculen con la venta directa de estupefacientes. Esa condición, más la ausencia de antecedentes, habilitó la condena en suspenso.
Durante tres años deberá mantener su domicilio actualizado, presentarse periódicamente ante la Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal, no portar armas ni consumir drogas o alcohol de manera pública, además de evitar cualquier tipo de nuevo delito.







