Discursos que se caen y otros que se acomodan

Por Saúl Gherscovici

Saúl Gherscovici

Ya se termina el 2024. Un año que pareció tener más de 365 días por todo lo que pasó y seguirá pasando de aquí a las fiestas y luego también porque, ya en el 2025, el verano político será intenso. Octubre, se sabe, se empieza a definir en estos meses de vacaciones y rosca.

Los meses de veraneo también son propicios para que se siga descargando más ajuste y esas variables económicas que hacen que muchos de los que pueden tomarse vacaciones, en lugar de un destino argentino, elijan cruzarse a Chile o elijan Brasil y Uruguay. Estamos, una vez más, en la época de la "plata dulce", esa que genera la bicicleta financiera para algunos durante un tiempo en detrimento de la mayoría para siempre.

Ya lo dijo el propio Milei cuando, en una de esas conferencias dudosas que da, reconoció que aplicó lo más duro del ajuste en el verano, cuando la mayoría estaba de vacaciones, porque "por decirlo de alguna manera, lo mejor era que la gente no se entere".

"Si hay pobreza que no se note", dice una de las tantas frases nefastas que se repiten cada tanto como un mantra sagrado y cierto.

Los discursos que se caen

En este fin de 2024 varios discursos se cayeron, en los propios discursos oficiales. El caso del senador Edgardo Kueider fue uno de ellos porque, en lugar de cuestionar lo que parece ser un claro ejemplo de corrupción política, esa que junto con la casta el gobierno venía a terminar, Milei en persona priorizó una supuesta invalidez de la sesión sobre el escandaloso hecho.

En esta semana, cuando recibió otro dudoso premio de otra dudosa Fundación, Milei abrazó dialécticamente al titular del bloque del PRO, Cristian Ritondo, quien dijo "es víctima de operaciones y persecuciones por ayudarnos", en relación a una investigación en la que se descubrió que su mujer tiene varias propiedades en Miami sin declarar.

Por un lado es lógico porque, así como con Kueider, el menos interesado en que se destapen los casos de corrupción política y la compra de votos en Senado y Diputados, es quien los compra pero, es tan grande la impunidad que siente Milei, que ni siquiera disimula.


De paso, cañazo

Además, como también se sospecha que quien entregó a Kueider fue Mauricio Macri, Milei aprovechó para mostrar, a su manera, un caso de corrupción del jefe de diputados del PRO y su voluntad a arrojarse sobre la granada.

Una vez más, la tirantez entre Macri y Milei es evidente porque está en juego el armado político de octubre del 2025 y al ex presidente se le está acabando el tiempo del reproche sobre el apoyo dado, primero haberlo depositado en la presidencia y luego para sostener el ajuste.

A esta altura, Milei piensa, con bastante lectura política, que en el 2025 puede jugar sin el PRO o de última con ese partido sojuzgado a La Libertad Avanza y no al revés. De ahí primero la captura de la parte PRO de Patricia Bullrich, más todo lo que se pudo comprar en góndola de ofertas, y el armado del partido nacional que llevaron adelante Karina Milei y Martín Menem.


*La batalla cultural que no divierte y una candidata que no sabe ni leer*


Otro de los discursos que se cayeron esta semana fue ese tan de contenido nazi como es la autoproclamada superioridad intelectual y estética que se arrogó la Libertad Avanza sobre "los zurdos, kukas" y resto del pensamiento político.


En Tucumán, en el mismo acto donde Milei recibió el premio de la Fundación Federalismo y Libertad, ese en el que abrazó a Ritondo, el polítólogo Agustín Laje se enojó porque nadie estaba escuchando sus loas al presidente y sus ideas de "recontraultraplusderecha".


Tal fue la tensión y molestia que, casi como maestra jardinera en sala de 5 años, la locutora interrumpió para pedir al púbico un poco de respeto y atención. Mientras miraba con bronca, Laje agradeció a la moderadora y optó por terminar su alocución, no sin antes lamentar la mala educación.


La secretaria general de la presidencia, la hermana Karina, ordenó que sus discursos no sean emitidos ni por canales de televisión, ni por celulares, ni nada. Sucede que, pese al esfuerzo, el "jefe" no puede hilvanar dos frases seguidas, y tampoco leerlas.


Es así que la principal armadora de LLA, quien podría ser candidata por la ciudad de Buenos Aires, en el plan diseñado para terminar con el macrismo en su bastión, limitará sus discursos. Los pocos que dará no podrán ser replicados. Tampoco dará notas periodísticas.


¿Puede ser candidata y ganar una banca de esa manera? La respuesta es sí, siempre que funcione la protección mediática. Además, a esta altura, ya aprendimos que Mileilandia es lo más parecido a la Dimensión Desconocida, donde todo era y es posible.