El proyecto de Sistema Integrado de Salud en la mira

Analisis de Saúl Gherscovici.

Saúl Gherscovici

El viernes, luego de conocerse el resultado de las elecciones en SEROS, el gobernador Ignacio Torres envío a la Legislatura un proyecto de ley por el que se impulsa la creación de un Sistema Integrado de Salud que, además de la sorpresa, generó la inmediata reacción de los gremios estatales y de sus representantes recientemente electos como vocales en el ISSys.

Los gremios, en concreto, se declararon en estado de alerta ante la iniciativa que, en principio, el gobierno quería que la Legislatura trate y apruebe este mismo jueves. Ante la reacción de los trabajadores, la Legislatura le puso ayer el freno al tratamiento inmediato que se pedía desde la Casa de Gobierno. Diputados de la oposición y del propio oficialismo coincidieron en la necesidad de analizar a fondo una iniciativa que, a primera lectura, dispara algunas dudas respecto a su constitucionalidad.

De inmediato, luego de congelar el tratamiento express, se convocó a dar explicaciones al Secretario de Salud de la provincia, Sergio Wisky, que hoy mismo estaría concurriendo a la Legislatura para defender este proyecto, en el que es parte activa e interesada.

Sin debate en la campaña

En los fundamentos oficiales, se explica que el proyecto busca una "mejora estructural en la gestión de los recursos sanitarios de la provincia, sino que también asegura que los mismos se distribuyan de manera equitativa y transparente, favoreciendo la salud y el bienestar de todos los chubutenses". Nadie está en contra del enunciado central y posiblemente formativo del proyecto pero su texto generó dudas respecto a si la herramienta propuesta posibilitará esa mejora estructural.

Lo primero que llamó la atención es que la iniciativa aparezca luego de las elecciones en ISSyS -SEROS y no se haya aprovechado el debate previo y la enorme concurrencia al comicio por el que, luego de años, se regularizará la conducción y administración del Instituto. Más allá de sus diferencias, los representantes electos de activos, Guillermo Quiroga, y de pasivos, Rosa Contreras, cuestionaron ayer que la propuesta no haya formado parte del debate de campaña de las distintas listas. Dicho sea de paso, los representantes de los trabajadores tendrían que estar en funciones el lunes. Hasta el momento no se dieron los pasos formales e institucionales para que ello ocurra.

El riesgo de perder la autonomía y autarquía

La primera observación que se tiene sobre el proyecto es que el mismo violenta la propia creación del Instituto que, por los artículos 75 y 76 de la Constitución Provincial, es un ente autárquico, autónomo e independiente. Además de establecerse la conducción en un cuerpo colegiado de cuatro miembros (el presidente designado por la provincia, un representante del propio gobierno, uno por activos y otro por pasivos) la propia Constitución establece que todos los aportes que realizan los trabajadores, más los de la patronal, deben ser utilizados para la obra social y para la Caja de previsión.

El proyecto del Sistema Integrado prevé tomar y unificar el manejo de los fondos. Si esto se concreta, el ISSyS estará perdiendo su autonomía, e independencia administrativa y financiera. Además, estaría poniendo en riesgo el cumplimiento de su tarea específica para los afiliados, cuyos aportes se podrían utilizar para cubrir necesidades del sistema público de Salud, afectando la calidad y disponibilidad de servicios de la obra social.

El Sistema Integrado sería conducido por el secretario de Salud, Sergio Wisky, que en definitiva se queda con todo el poder y manejo de fondos, con lo que los electos vocales en representación de los trabajadores quedarían, en la práctica, reducidos a figuritas decorativas

Los gremios ya se declararon en alerta y están atentos a lo que la Legislatura resuelva sobre el proyecto que, como muchas propuestas, tiene un nombre que parece inobjetable pero que, a poco de revisarse, encuentra zonas grises o directamente oscuras que incluso disparan comentarios y otras alertas sobre lo que puede pasar con la propia Caja de jubilaciones. Esa que es apetecida por todos los gobiernos nacionales de corte liberal/libertario que, hasta el momento, no pudieron quedarse con ella, básicamente por la oposición de los trabajadores representados con voz y peso en el Instituto de Seguridad Social y Seguros de la provincia.