Chubut

Rechazo a la reforma laboral: Denunciaron pérdida de derechos y miles de puestos de trabajo en Chubut

En una movilización gremial masiva, referentes sindicales advirtieron que la reforma laboral "va para atrás", quita derechos adquiridos y profundiza la crisis del empleo. Apuntaron contra el Gobierno nacional y reclamaron a legisladores y autoridades provinciales que frenen el proyecto

En el marco de una jornada nacional de lucha, gremios, organizaciones sociales y políticas se movilizaron este jueves en Chubut para rechazar el proyecto de reforma laboral impulsado por el Gobierno nacional. Durante el acto central, Armando Vargas por CTA y el diputado Gustavo Fita, representante de CGT fueron dos de los principales oradores y centraron sus discursos en la pérdida de derechos laborales, el impacto del ajuste en el empleo y la responsabilidad de los distintos niveles del Estado.

En su intervención, Fita advirtió que la reforma laboral "quiere ir para atrás" y remarcó que no se trata de una iniciativa que defienda derechos, sino que "quita un montón de derechos adquiridos a lo largo de la historia del movimiento obrero". En ese sentido, explicó que la reforma no apunta a mejorar la rentabilidad empresaria, sino a avanzar sobre las condiciones laborales. "No es que le genera más o menos ganancias a un empresario; lo que genera es sacarle derechos a los trabajadores", afirmó.

Uno de los puntos más cuestionados fue el sistema de banco de horas. "Es algo increíble. Los trabajadores no van a decidir cuántas horas trabajar, van a ser los empresarios los que digan cuántas horas se trabaja", señaló. Frente a ese escenario, Fita sostuvo que el sector sindical no se opone a discutir leyes, pero sí exige que estén orientadas a mejorar la situación laboral. "Queremos discutir una ley que sea favorable para los trabajadores y también para la pequeña y mediana empresa", expresó.

El dirigente también mencionó conversaciones con empresarios nucleados en cámaras empresarias, quienes reconocieron dificultades económicas. "Nos decían que 35 mil pymes por mes están cerrando y que eso genera pérdida de puestos de trabajo", indicó. A su vez, vinculó la crisis laboral a medidas nacionales previas: "Después de la ley o del DNU 70/23 hubo un montón de restricciones que provocaron la pérdida de 250 mil puestos de trabajo".

En ese contexto, puso como ejemplo la situación local: "En Comodoro Rivadavia se perdieron 12.500 puestos de trabajo: 6.500 en la industria petrolera, otros tantos indirectos, y cerraron alrededor de 300 comercios". Según describió, ese impacto se refleja en la vida cotidiana de la ciudad: "Hoy venimos al centro al mediodía y podemos caminar tranquilos, cuando antes no lo podíamos hacer".

Por su parte, Armando Vargas llamó a profundizar la unidad del movimiento obrero y social y sostuvo que la movilización se replica "de punta a punta del país". En su discurso, advirtió que la reforma laboral representa un retroceso histórico y que el ajuste pone en riesgo el futuro de las familias trabajadoras. "No vamos a bajar los brazos. Vamos a seguir luchando para que la Argentina sea un país de producción y de oportunidades para la juventud", afirmó.

Ambos dirigentes coincidieron en reclamar a los distintos niveles del Estado que intervengan para frenar el avance del proyecto. "Les pedimos a los legisladores, al gobernador de la provincia y a los intendentes que ayuden a decirle al Congreso que vote a favor de la gente", señalaron. También cuestionaron el rol de la comisión de Trabajo del Senado y recordaron promesas oficiales de que no se perderían puestos laborales.

"El gobierno nacional tiene que retroceder con esta ley restrictiva para los trabajadores", remarcaron, y cerraron con un mensaje claro: discutir todas las leyes necesarias, pero "siempre a favor de la gente y no en contra de los derechos conquistados".

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