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Reclamo de una trabajadora del Servicio de Protección tras los despidos: "Nos tratan como desechables"

Una profesional del área expuso en redes sociales la situación que atraviesa el organismo de precarización, falta de recursos, despidos arbitrarios y desinterés institucional por las infancias vulnerables.

abcdiario

Una trabajadora del Servicio de Protección de Derechos publicó un mensaje en redes sociales en el que se refiere al vaciamiento del área, la precarización de las condiciones laborales y el reciente despido de cinco compañeros. El organismo, de dependencia mixta entre el Municipio y Provincia, atraviesa una grave crisis.

"Nos tratan como si fuéramos un simple expediente que se puede borrar en un abrir y cerrar de ojos", expresó la profesional, quien aseguró sentirse decepcionada e indignada tras años de trabajo y vocación. "Al final tan esenciales e importantes no éramos si nos iban a tratar como desechables", publicó.

En su descargo, también hizo hincapié en la falta de recursos básicos para realizar su tarea diaria, como hojas para imprimir informes o computadoras para redactarlos, y en la burocracia que entorpece la atención de niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad. A pesar de los reclamos formales, señaló que "las notas nadie las lee, pero sí las reciben".

"Hace un mes y medio empezamos a pedir mejoras en nuestras condiciones laborales. No solo en los sueldos, que están por debajo de la canasta básica, sino en herramientas mínimas para trabajar", afirmó. Y contrastó esta situación con gastos innecesarios: "Hoy no andaba la impresora, pero estaban colocando cámaras nuevas en los pasillos".

Reclamo de una trabajadora del Servicio de Protección tras los despidos: "Nos tratan como desechables"

La trabajadora también apuntó contra funcionarios que, según sus palabras, "no saben lo que hacemos y solo aparecen para sacarse la fotito o grabar un spot". Remarcó que quienes sostienen el servicio con vocación están siendo presionados para callar: "Nos aumentaron las horas, nos bajaron el sueldo, y si reclamamos nos dicen ‘si no te gusta, renunciá'".

El testimonio cerró con un deseo: "Ojalá todos supieran lo que realmente pasa acá, y algún día no tan lejano puedan las cosas realmente cambiar para este lugar".

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