Tras el legado de Francisco: León XIV es el nuevo Papa y promete una Iglesia cercana y sin miedo

El nuevo Papa es latinoamericano de corazón. Robert Francis Prevost, de 69 años, nacido en EE.UU. pero formado como misionero en Perú, fue elegido como el sucesor de Francisco y tomó el nombre de León XIV, en homenaje al pontífice que impulsó la doctrina social de la Iglesia.

Fue clave en el equipo de Jorge Bergoglio, como prefecto del Dicasterio para los Obispos. El segundo día del cónclave lo consagró Papa con amplio respaldo. En su primer discurso en Plaza San Pedro habló en español, envió un saludo a su diócesis de Chiclayo -"mi pueblo amado, donde entregué el alma"- y ratificó el camino de una Iglesia con puertas abiertas, "sin miedo, sin lujos y sin atajos".

León XIV propone una continuidad con la visión de Francisco: una Iglesia más fraterna, sinodal, pobre con los pobres, misionera y en salida, centrada en la escucha y el servicio.

Su elección representa también un mensaje claro: el rumbo pastoral y reformista iniciado por Francisco sigue en marcha, con nuevo impulso pero el mismo espíritu.

Los desafíos no serán menores: abusos, economía, diálogo interreligioso, mujeres, migración y un mundo en crisis. Pero el nuevo pontífice dio señales claras: "El mal no prevalecerá. Avancemos sin miedo, unidos y con la mirada en los que más sufren".

León XIV inicia su pontificado con emoción, convicción y un fuerte mensaje de esperanza: "No estoy solo. Dios va delante. Francisco dejó un surco, yo vengo a sembrar en esa tierra buena".

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