Pakistán

Un hombre confesó el asesinato de su hija por sus videos en TikTok

La joven, ciudadana estadounidense, fue víctima de un presunto crimen de honor. Su familia se oponía a que usara redes sociales.

Joaquin Saldaña

La policía de Quetta, en el suroeste de Pakistán, recibió un reporte de tiroteo la noche del martes. Al llegar al lugar, encontraron el cuerpo de Hira Anwar, una adolescente de 14 años con nacionalidad estadounidense, quien murió tras recibir varios disparos. En un principio, su padre, Anwar ul-Haq, declaró que habían sido atacados por desconocidos. Sin embargo, tras ser interrogado, confesó haber asesinado a su hija porque desaprobaba los videos que ella publicaba en TikTok.

El crimen es investigado como un posible asesinato por honor, una práctica aún extendida en Pakistán, donde cada año cientos de mujeres son asesinadas por sus propios familiares por presuntamente deshonrar a la familia. Según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, en 2024 se registraron al menos 588 casos de este tipo, un aumento en comparación con los 490 reportados en 2023, informó The New York Times.

Hira nació en Estados Unidos, donde su familia vivió durante 25 años antes de regresar recientemente a Pakistán. En Nueva York, llevaba una vida similar a la de cualquier joven de su edad, socializaba con amigos y compartía contenido en redes sociales. Sin embargo, dentro de su hogar enfrentaba estrictas reglas impuestas por su familia, que exigían que cumpliera normas de vestimenta y comportamiento acordes con sus valores tradicionales.

De acuerdo con la BBC, ul-Haq, quien también tiene ciudadanía estadounidense, comenzó a oponerse a la actividad de su hija en redes cuando aún vivían en EE.UU., pues consideraba que iba en contra de los valores familiares. Tras regresar a Pakistán, la joven continuó publicando videos en TikTok, lo que habría sido el detonante del crimen. La policía también detuvo al cuñado del hombre, quien habría estado involucrado en el asesinato.

A pesar de que Pakistán endureció las penas contra los crímenes de honor, estos siguen ocurriendo con frecuencia. En 2016, tras el asesinato de la influencer Qandeel Baloch, el Parlamento cerró una laguna legal que permitía que los familiares de las víctimas perdonaran a los agresores, evitando el castigo. Sin embargo, la violencia contra las mujeres persiste debido a la aceptación social y la falta de aplicación de las leyes, informó la BBC.

Casos similares se registraron tanto en Pakistán como en comunidades migrantes. En 2022, dos hermanas de origen paquistaní fueron engañadas para viajar a Pakistán desde España, donde fueron asesinadas por sus propios familiares por negarse a matrimonios arreglados. En Italia, un matrimonio paquistaní fue condenado en 2023 a cadena perpetua por el asesinato de su hija de 18 años, quien también rechazó un matrimonio forzado.

Expertos en la diáspora surasiática señalan que los conflictos generacionales dentro de las comunidades migrantes son frecuentes. Según Kavita Mehra, directora ejecutiva de la organización Sakhi for South Asian Survivors, casi la mitad de los surasiáticos en EE.UU. experimentó algún tipo de violencia de género, no porque la comunidad sea más violenta, sino por la persistencia de patrones patriarcales y traumas intergeneracionales, señaló en diálogo con The New York Times.

Si el crimen es clasificado como un asesinato por honor, ul-Haq enfrentará cadena perpetua obligatoria, debido a los cambios en la ley de 2016. Antes de esa reforma, los acusados podían evitar el castigo si la familia de la víctima los perdonaba, informó la BBC. Mientras tanto, las investigaciones continúan y los activistas insisten en que la erradicación de estos crímenes debe ser una prioridad del Estado, sin depender de la voluntad de las familias para buscar justicia.

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