Boca cayó ante Huracán y alcanzó la peor racha sin victorias de su historia

El Xeneize perdió 1-0 en su visita al Ducó, acumula 11 partidos sin ganar y se agrava la crisis futbolística. Miguel Ángel Russo asumió la responsabilidad: "Llegó el momento de cambiar algunas cosas".

abcdiario


Boca Juniors profundiza su crisis deportiva tras caer por 1-0 frente a Huracán en el estadio Tomás Adolfo Ducó, por la tercera fecha del Torneo Clausura 2025. El único gol del encuentro fue convertido en el segundo tiempo por Matko Miljevic, que definió desde afuera del área sin darle chances a Agustín Marchesín, figura indiscutida del conjunto xeneize.

Con esta derrota, el equipo dirigido por Miguel Ángel Russo alcanzó los 11 partidos consecutivos sin ganar, entre competencias nacionales e internacionales, y firmó así la peor racha negativa de su historia. "Me hago cargo de todo", afirmó el entrenador en conferencia de prensa, y agregó: "Llegó el momento de cambiar algunas cosas".

El mal momento deportivo también se refleja en errores dentro de la cancha: durante el entretiempo, Milton Giménez ingresó desde el banco pero Miguel Merentiel no había sido notificado y saltó al campo junto a los otros 10 jugadores. La confusión fue subsanada rápidamente, pero dejó expuesta la desorganización interna.

La figura de Marchesín evitó una goleada en Parque Patricios, con varias intervenciones clave. Sin embargo, no fue suficiente. Agustín Marchesín también dio la cara tras el encuentro y reconoció: "Le fallamos al hincha, nos fallamos a nosotros. Estamos con desilusión y tristeza".

El partido tuvo como árbitro principal a Leandro Rey Hilfer y significó el primer triunfo como local para Huracán en el Clausura, que venía de una dura derrota 0-3 frente a Belgrano. En contraste, Boca acumula frustraciones y los hinchas expresan su enojo en redes sociales. Entre ellos, el extenista Juan Martín del Potro, quien manifestó su bronca por el bajo rendimiento del equipo.

El Xeneize ahora deberá prepararse para revertir este escenario crítico, aunque los cambios que se avecinan aún no han sido definidos. Las alarmas están encendidas y la presión sobre Russo y sus dirigidos es cada vez mayor.

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