Chubut y la posibilidad de pedir la eliminación de retenciones a las exportaciones industriales

En los próximos días, el Gobierno nacional publicará una medida muy esperada por el sector industrial. Se trata de la eliminación total de los derechos de exportación para unas 1.000 posiciones arancelarias vinculadas a las Manufacturas de Origen Industrial (MOI). La medida podría ser muy beneficiosa para Chubut, pero necesita que los dirigentes se muestren unidos.

Según se estipula, la iniciativa apunta a mejorar la competitividad de las empresas exportadoras en un contexto adverso, marcado por un tipo de cambio bajo y un mercado interno con creciente presencia de productos importados. La decisión fue anticipada por fuentes de la administración de Javier Milei y podría formalizarse en el Boletín Oficial en las próximas semanas.

La Unión Industrial Argentina (UIA) venía reclamando esta baja impositiva desde hace tiempo. Según datos del sector, la mayoría de las MOI pagan actualmente un 3% de retenciones, mientras que los grandes complejos exportadores, como el automotriz o el petroquímico, abonan hasta 4,5%.

Pese a los pedidos, el Gobierno decidió dejar fuera de la medida a estos sectores de mayor volumen exportador. La razón principal es fiscal: eliminarlas implicaría un costo significativo que afectaría la meta de superávit primario. De hecho, el equipo económico prevé un ajuste mayor al inicialmente planteado, que podría alcanzar el 1,6% del PBI este año.

En este escenario entra en juego Chubut. La provincia ocupa el podio de las más exportadoras gracias a sus productos hidrocarburíferos, lana, pesca y aluminio. Estados Unidos, Chile, Brasil, España y China son los principales que importan productos con origen chubutense.

Para tomar relevancia de lo que significa la matriz exportadora de la provincia, Chubut es la jurisdicción que más comercializa con Estados Unidos. Petróleo (51,5%), aluminio (42,8%), pesca (5,2%) y frutas de carozo (0,49%) son los productos que llegan a suelo estadounidense.

Una oportunidad

Frente a este panorama, Chubut quedaría en desventaja si no se mueve rápido para pedir que se eliminen los derechos a exportación a sus productos industriales.

Por el momento, ni el gobierno provincial ni los legisladores que responden a su partido político han levantado la voz. La medida no solo beneficiaría la competencia sino también generaría más trabajo para una provincia que viene golpeada en varios frentes productivos.

Los municipios también juegan su partido. Los Ejecutivos del Valle, que tienen más protagonismo con la llegada de Torres a Fontana 50, y de Comodoro deberían ponerse al frente del reclamo. Comodoro debido a que es Capital Nacional del Petróleo y es polo de exportación en materia petrolera. Y Puerto Madryn y Rawson debido a que son dos potencias en materia de pesca, además de aluminio en el caso del primero.

En 2024, la provincia se consolidó como la principal exportadora del complejo pesquero del país logrando 677 millones de dólares. De esta manera, desplazó a jurisdicciones como Buenos Aires, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Río Negro.

Otro dato que reforzaría el pedido de Chubut sería que, en 2024 y luego de 13 años, alcanzó su récord histórico en exportaciones. A lo largo del año pasado se contabilizaron 3.511 millones de dólares en materia de exportación mientras que en 2010 se contabilizaron 3.308 millones de dólares.

Un escenario externo cada vez más exigente

La idea del Gobierno es que cada posición arancelaria pueda abarcar uno o varios productos, por lo que el impacto de la medida será amplio. Sin embargo, los industriales consideran que la medida llega en un contexto particularmente desafiante, tanto en el plano local como internacional.

Muchos países están elevando sus propios aranceles, lo que afecta la inserción de productos argentinos en mercados clave. A eso se suma el alto costo en dólares de la producción local, los impuestos aplicados a las exportaciones y una demanda interna debilitada.

Si bien la medida es celebrada por los empresarios, las industrias consideran que se deberá acompañar con otras acciones para mejorar la competitividad de cada uno de los sectores. Por ahora y de manera pasiva, Chubut espera por una señal que le permita generar más dinamismo en su entramado económico.