Santa Teresita

Dueño de una fábrica de pastas apareció muerto y enterrado en el jardín de su empleado: los macabros detalles

La víctima, Aarón González, llevaba más de un mes desaparecido. Una denuncia de su amigo, alertado por mensajes de WhatsApp incoherentes que pedían dinero, destapó una trama de engaños que culminó con la confesión del trabajador y su esposa

La ciudad de Santa Teresita se encuentra conmocionada tras el macabro hallazgo de Aarón González, un conocido empresario dueño de una fábrica de pastas, quien fue encontrado sin vida y enterrado en el patio trasero de la casa de uno de sus empleados. La investigación, que se inició por la extraña desaparición de González hace más de un mes y medio, reveló una siniestra maniobra de encubrimiento.

Todo comenzó el pasado 14 de octubre, cuando Daniel Di Menna, amigo de la víctima, radicó una denuncia al no tener noticias de González. Di Menna relató que, en los últimos días, había recibido sospechosos mensajes de WhatsApp desde el celular del empresario. En los textos, el interlocutor le pedía dinero y le aseguraba que González se encontraba de vacaciones en Brasil.

Sin embargo, varios detalles despertaron la alarma del amigo: la falta de respuesta a llamadas, la excusa de un teléfono roto para no enviar audios y, sobre todo, la incongruencia de la supuesta "vacación" con la personalidad del empresario.

Ante el pedido del Ministerio Público Fiscal, la Dirección Nacional de Migraciones confirmó que Aarón González no había salido del país durante este año, desbaratando la coartada de las vacaciones. La atención de los investigadores se centró en Maximiliano Sosa, un empleado de la fábrica, mencionado en los mensajes como la persona a cargo de la propiedad, el negocio y los vehículos de González.

Esta mención directa y el hecho de que el supuesto empresario hubiera dejado todos sus bienes en manos del trabajador levantó la principal sospecha, considerando que el interlocutor real no era González, sino alguien que intentaba simular su identidad.

Confesión y excavación

Tras obtener una orden judicial, se llevó a cabo un allanamiento en el domicilio de Sosa. En el lugar, los efectivos encontraron al empleado junto a su esposa, quienes, al verse acorralados por la evidencia, confesaron que González estaba muerto y enterrado en el fondo de la propiedad.

Con la asistencia de perros rastreadores y personal de Defensa Civil, el cuerpo del empresario fue hallado a un metro y medio de profundidad en el patio trasero, confirmando el terrible desenlace.

Como si fuera poco, en el curso de la investigación se logró localizar el Volkswagen Vento de la víctima, que había sido vendido a un vecino semanas antes. La causa fue caratulada inicialmente como "Robo agravado por codicia y homicidio". La Justicia ahora busca determinar el rol y grado de participación de Sosa y su pareja en el brutal crimen.

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