La Policía investigaba una red de caza ilegal y halló un cementerio de animales en Mendoza

Un amplio operativo policial realizado en la provincia de Mendoza permitió desbaratar una red vinculada a la caza ilegal, la faena clandestina y la comercialización de carne no apta para el consumo humano. Sin embargo, uno de los hallazgos más impactantes se produjo durante uno de los procedimientos, donde se encontró un predio cubierto de restos óseos de animales, similar a un "cementerio".

El operativo se llevó a cabo este jueves en el departamento de Las Heras e incluyó 16 allanamientos simultáneos, que culminaron con cuatro personas detenidas. Durante los procedimientos se secuestraron armas de fuego de alto calibre, silenciadores y grandes cantidades de carne en malas condiciones sanitarias. Las acciones fueron coordinadas entre la Policía de Mendoza, la Justicia provincial, la Municipalidad de Las Heras y la Dirección de Fauna.

La ministra de Seguridad de Mendoza, Mercedes Rus, explicó que los allanamientos forman parte de un plan integral contra la faena clandestina. "El objetivo es romper el circuito económico de quienes se dedican a robar animales, cazarlos ilegalmente y volcarlos al comercio clandestino", sostuvo. En ese marco, indicó que desde mayo ya se incautaron 13 toneladas de carne no apta para el consumo humano.

La investigación también alcanzó a dos carnicerías de Las Heras, donde se encontró carne exhibida para la venta sin condiciones sanitarias adecuadas. Según se informó, en los locales había presencia de ratas, excrementos y cucarachas, por lo que uno de ellos fue clausurado de manera inmediata.

Durante los allanamientos se hallaron restos de pumas, guanacos y otras especies silvestres, además de pieles y herramientas utilizadas para la faena. En uno de los puestos rurales fue detenido un hombre acusado de tenencia ilegal de arma de guerra, tras encontrarse fusiles y silenciadores. También se recuperaron 20 aves conocidas como "Siete Cuchillos", una especie muy buscada en el mercado ilegal.

Los otros tres detenidos quedaron imputados por comercialización de sustancias peligrosas para la salud, un delito que prevé penas de hasta 10 años de prisión. De acuerdo con la causa, vendían carne que no era vacuna y que no contaba con ningún tipo de control bromatológico.