Procesan a seis miembros de la Armada, entre ellos su expareja, por brutal agresión a una marinera

 La jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, procesó a seis miembros de las Fuerzas Armadas en relación con la brutal agresión que sufrió la marinera segundo de Tropa Voluntaria, Brisa Páez, durante un simulacro de "entrenamiento antidisturbios" realizado el pasado 4 de abril en un edificio de la Armada Argentina, en Vicente López.

La magistrada advirtió sobre una "preocupante distancia entre las prácticas institucionales observadas y las exigencias legales, convencionales y constitucionales vigentes en materia de derechos humanos". Asimismo, remarcó que "ha quedado debidamente reflejado y demostrado que durante el desarrollo de una actividad de un entrenamiento (...) se lesionó gravemente a personal militar femenino encontrándose comprometidos derechos fundamentales en el contexto de evidente ejercicio de violencia institucional y violencia de género, por parte de superiores jerárquicos". La jueza también dispuso el sobreseimiento de otros dos imputados.

Entre los procesados se encuentra Juan Gabriel Escobar, expareja de la víctima. Análisis realizados con equipos de salud interdisciplinarios determinaron que Escobar le provocó a Páez una grave lesión que puso en riesgo la vida de la joven. Según añade el fallo, los elementos recabados demuestran que Escobar "actuó con alevosía, aprovechándose del contexto de simulacro de manifestación para intentar que el delito perpetrado parezca un accidente", impulsado por "sentimientos de superioridad, celos, menosprecio por la mujer, odio y resentimiento", entre otros motivos comprobados en el expediente.

Además de Escobar, la jueza Arroyo Salgado procesó a Leandro Morales, Miguel Ángel Reyes, Leandro López, Rodrigo Exequiel Tejerina y Pablo Ezequiel Bucarón, al considerar que existen elementos suficientes en su contra. En contraste, desvinculó de los hechos a Damián Ezequiel Ábalos y Diego Emanuel Ferraut.

Tras el ejercicio, pasaron varias horas hasta que Brisa Páez recibió atención médica en la base, inicialmente por un dolor de cabeza. Su cuadro empeoró progresivamente, reportando pérdida de sensibilidad en el lado izquierdo del cuerpo, lo que llevó a su traslado primero al hospital militar de Campo de Mayo y luego al Hospital Militar Central en Belgrano. Allí fue inducida a un coma durante una semana. El diagnóstico final indicó que había sufrido una lesión axonal difusa, un tipo grave de daño cerebral causado por fuerzas violentas de aceleración y desaceleración.

De los testimonios recolectados en la investigación surge que los procesados habrían intentado evitar que el hecho trascendiera. Incluso, uno de ellos, el "superior Morales", habría instruido a los practicantes para que, en caso de ser consultados, dijeran que las lesiones se las habían provocado en sus casas, buscando encubrir lo sucedido durante el simulacro.