Terror en la madrugada: un ex empleado entró a la casa de su ex jefe, abusó de la esposa y secuestró a la hija
Sergio Sosa, de 37 años, irrumpió en la vivienda de su ex jefe, un médico veterinario, donde agredió a la esposa del profesional y luego secuestró a la hija durante varias horas. La joven fue rescatada con heridas cortantes y una fractura
Un violento y dramático episodio de inseguridad y violencia de género sacudió a la localidad de Adelia María en la madrugada del pasado sábado 4 de octubre. El agresor, identificado como Sergio Sosa, de 37 años, irrumpió en la casa de su ex jefe, un médico veterinario, donde desató una secuencia de ataques.
Según detallaron fuentes del Ministerio Público Fiscal, Sosa golpeó y abusó de la mujer de su ex empleador y, posteriormente, secuestró a la hija de la pareja, de 29 años, manteniéndola cautiva durante varias horas.
Frenética Búsqueda y Detención
Tras la alerta radicada por la familia, la Policía de la provincia desplegó un rápido operativo de búsqueda que se extendió durante la jornada del sábado. La intensa movilización policial dio resultado por la tarde, logrando dar con el paradero de la joven en la vecina localidad de Las Acequias y, simultáneamente, se pudo detener al autor del hecho.
El fiscal Pablo Jávega, a cargo de la Fiscalía de Instrucción de Río Cuarto, relató en diálogo con el programa Micrófono Abierto que el atacante, al verse acorralado por los operativos, abandonó el vehículo en el que tenía a la víctima y se dio a la fuga a pie. Fue capturado a solo cuatro kilómetros del lugar del hallazgo.
Víctima Rescatada con Heridas Graves
La joven secuestrada fue inmediatamente derivada al hospital San Antonio de Padua de Río Cuarto. Allí, los médicos constataron que presentaba heridas cortantes y una fractura en uno de sus brazos como resultado del brutal ataque.
Respecto al agresor, Sosa fue formalmente detenido e imputado por una serie de graves delitos que incluyen: privación ilegítima de libertad, robo calificado, abuso sexual con acceso carnal y violación de domicilio.
El fiscal Jávega señaló que existe un gran interrogante sobre el móvil del brutal accionar, ya que si bien Sosa había sido empleado del veterinario, la relación laboral había finalizado "en buenos términos" hace un tiempo, descartando a primera vista un conflicto laboral reciente como causa.







