Un trabajador petrolero se encadenó en el sindicato tras ser despedido por un test de drogas
Marcelo Saldívia, trabajador petrolero con 20 años de antigüedad, tomó una drástica medida de protesta y se encadenó en la sede del Sindicato de Petroleros de Pico Truncado luego de ser despedido tras un control de drogas.
Saldívia explicó que el sábado pasado la empresa le realizó un test que dio positivo en marihuana, aunque aseguró que había consumido durante sus vacaciones y que antes de reincorporarse se sometió a un análisis particular que resultó negativo. "Yo no voy drogado a trabajar. Consumí en mis vacaciones, hice las cosas bien. No puse en riesgo mi vida ni la de mis compañeros", expresó.
El trabajador mostró papeles de laboratorio y subrayó que nunca tuvo faltas en dos décadas de servicio. "Me echaron. Los delegados me dijeron que no podían hacer nada, que buscara un abogado. Esto lo están haciendo para ahorrarse la indemnización", afirmó.
También recordó que en marzo de este año se le practicó otro control que arrojó resultado negativo, lo que refuerza su postura de que el consumo ocurrió fuera del ámbito laboral.
Saldívia cuestionó que la empresa, en lugar de ofrecerle la posibilidad de incorporarse a un programa de rehabilitación como prevé la ley para casos de consumo problemático, optó directamente por despedirlo. "A mí nadie me dijo nada, están buscando sacarse gente de encima", señaló, y agregó que no piensa abandonar su reclamo: "Todavía acá no me voy hasta que no tenga trabajo".
El trabajador además remarcó que no es el único caso: hace unos meses fueron despedidos 11 compañeros, de los cuales 8 dieron positivo en controles de alcoholemia y 3 en test de drogas. Según Saldívia, esos análisis retrotraen el consumo hasta 80 horas atrás, lo que considera un exceso: "No puede ser que hagan controles que miren tanto para atrás".





