En otra

Saúl Gherscovici

(Saúl Gherscovici) El gobierno nacional finalmente llegó a un acuerdo con el Fondo Monetario, aquel que Javier Milei cuestionaba duramente antes de ser presidente, por el que se accederá a un nuevo endeudamiento, que hace meses el líder de La Libertad Avanza calificaba como el acto más ruin y corrupto de los políticos.

El nuevo "préstamo" del FMI trajo aparejado una inmediata devaluación, que Milei y el ministro Luis Caputo juraban y perjuraban que no iban a ejecutar, una nueva suba de precios que, pese a que son constantes y sonantes cuando cualquiera de nosotros vamos a hacer las compras, el gobierno niega.

El acuerdo contiene también un nuevo golpe a los jubilados, que la gestión a cargo de la República, porque eso somos aunque no se la trate como tal, asegura que sus ingresos subieron en dólares de manera descomunal, cuando todos sabemos que la realidad los muestra como el sector más castigado y reprimido (todos los miércoles) "por el ajuste más grande de la humanidad".

De un tiempo perdido

Mientras todo esto sucede y se siente en cada bolsillo y cuerpo de los argentinos/as, el presidente Javier Milei celebró las primeras horas del acuerdo con el FMI y el teórico fin del cepo en una entrevista de cinco horas con Alejandro Fantino. Sí, leyó bien, el titular del Ejecutivo Nacional estuvo 5 horas en un canal de streaming, mucho más tiempo del que estuvo cuando, obligado por las circunstancias tuvo que viajar (y tarde) a Bahía Blanca, afectada por las inundaciones producidas por el cambio climático que sigue negando.

Más allá de las declaraciones, que ahora vamos a repasar brevemente, las primeras preguntas que surgen son: ¿Da para celebrar un acuerdo con el FMI? Y ¿qué presidente puede desatender cinco horas de su (nuestro) tiempo para estar en una entrevista de bajo nivel de profundidad?

Las preguntas se responden solas. Las respuestas son no y ninguno, porque ni siquiera el presidente de un país sin problemas, con el pasado saldado y el presente y futuro asegurado, puede estar 5 horas en una entrevista ya que la gestión implica, además de responsabilidad, estar en funciones todo el tiempo

Nada nuevo bajo el sol de Milei

Respecto al contenido nada nuevo. El presidente volvió a presentarse como un ser lúcido y capaz de enfrentar y solucionar los problemas de la Argentina y si lo dejan del mundo, algo que cada hora que pasa parece más alejado de ser cierto. También cuestionó a la oposición y a todo el que piense distinto, volvió a confesar que el poder real lo tiene Karina (eso explicaría como tiene 5 horas para boludear, digámoslo de una vez), realizó imitaciones no solo de baja estofas sino también cercanas al bullyng y hasta tuvo tiempo y desubicación para cantar con letra cambiada aquella primorosa "Brasil, decime que se siente"

En el plano económico y social, nuestro "experimentado piloto de tormentas", hizo lo que mejor sabe hacer y repite: negar la realidad y su proyección. Así dijo, palabras más palabras menos, que está todo fenómeno porque todo, absolutamente todo, Marcha de Acuerdo al Plan y que Argentina con su liderazgo volverá a ser esa tierra prometida. No podía faltarle, claro, una desacertada cita bíblica.

Seguramente en cinco horas hubo mucho más, entre ellos la comparación de la prometida dolarización con las pizzas, o los renovados ataques a su socio de esta virtual alianza que fue y seguramente seguirá siendo, luego de esta nueva peleíta, Mauricio Macri.

De la estafa con la $Libra, cuya investigación avanza más que la libertad, la derrota electoral en Santa Fe y las que parece que se vienen en cuatro provincias y CABA nada dijo y nada le habrían consultado cosa que no podemos asegurar porque debemos reconocer que no pudimos aún ver las 5 horas de la "sesuda" entrevista de Fantino porque, a diferencia del presidente, que vive en otra, algunos tenemos obligaciones que cumplir y trabajo que hacer.

En fin....

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