Represión

En tiempo récord, Gendarmería cerró el expediente por el ataque contra el fotógrafo Pablo Grillo

El sumario interno concluyó que el disparo que casi le cuesta la vida fue un "hecho fortuito", atribuible a la baja visibilidad y a la supuesta imprudencia de la víctima por "ubicarse en la línea de tiro".

La Gendarmería Nacional cerró en tiempo récord la investigación administrativa sobre la represión frente al Congreso del 12 de marzo, que dejó gravemente herido al fotógrafo Pablo Grillo. 

El cabo Héctor Guerrero, señalado como quien efectuó el disparo con la pistola lanzagases, continúa en funciones y no recibió sanción disciplinaria. La resolución fue firmada apenas una semana después del operativo, a pesar de los reclamos de la familia y de organismos de derechos humanos que actúan como querellantes en la causa judicial.

El 17 de marzo, apenas cinco días después de la represión, la Gendarmería abrió la Información Administrativa Nº 01/25 para "corroborar responsabilidades disciplinarias" de los efectivos del Destacamento Móvil 6. Al día siguiente ya había un informe final firmado por el sumariante, Comandante Mayor Adrián Barressi, en el que se descartaron sanciones y se avaló la versión oficial.

Según el informe, la responsabilidad fue de Grillo por encontrarse en el lugar equivocado. El dictamen fue respaldado por el asesor jurídico José Lodolo y convalidado por la firma del Comandante de la Región I, Marcelo Porra Melconian, el 19 de marzo.

El expediente se reabrió brevemente en abril por requerimiento de la causa penal. Se tomaron algunas declaraciones adicionales, se sumaron peritajes y partes médicos, pero la conclusión no cambió: se volvió a cerrar con el mismo resultado.

La querella -integrada por la familia Grillo junto a la Liga Argentina por los Derechos Humanos y el CELS- denunció que la investigación interna fue una "mera formalidad" para garantizar la impunidad. Advirtieron que el sumario se basó solo en testimonios de los propios gendarmes y omitió contradicciones y pruebas clave, como el manual de la pistola lanzagases, que prohíbe disparar a nivel horizontal.

Mientras tanto, el cabo Guerrero solo declaró ante su superior y no prestó aún declaración indagatoria en la causa penal. La querella espera que avance la investigación judicial para determinar responsabilidades penales por el disparo que puso en riesgo la vida del fotógrafo.

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