Córdoba

A 30 años del atentado de Río Tercero: siete víctimas fatales, más de 300 heridos y barrios destruidos

La trama oculta de las explosiones de la fábrica militar que devastaron la ciudad cordobesa

El 3 de noviembre de 1995, Río Tercero fue sacudida por una cadena de explosiones en la Fábrica Militar, un evento que la Justicia determinó fue un atentado intencional para encubrir el tráfico ilegal de armas a Croacia y Ecuador. Tres décadas después, la comunidad aún lidia con profundas cicatrices físicas y, especialmente, psicológicas.

El siniestro dejó un saldo de siete víctimas fatales y más de 300 heridos en la población civil. El Tribunal Oral Federal N°2 de Córdoba sentenció en 2014 a cuatro altos funcionarios de Fabricaciones Militares por "estrago doloso agravado por la muerte de personas", confirmando que el móvil fue el ocultamiento del contrabando de armamento. El expresidente Carlos Menem, quien en su momento descartó un atentado, falleció antes de ser juzgado por su presunta responsabilidad.

El camino hacia la justicia fue extenso y tortuoso, marcado por trabas judiciales, pericias adulteradas y amenazas a testigos. A pesar de las condenas, la comunidad de Río Tercero y organizaciones de derechos humanos mantienen vivo el reclamo de una justicia completa, señalando que la cadena de impunidades dejó afuera a figuras clave del Estado de entonces.

Uno de los aspectos más persistentes de la tragedia es el daño psicológico. Estudios epidemiológicos de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y la Universidad Católica de Córdoba (UCC) indican que un cuarto de la población de Río Tercero aún padece secuelas de estrés postraumático y otras afectaciones en la salud mental. Las imágenes del hongo de humo, los proyectiles cayendo sobre las casas y el pánico generalizado se han convertido en una memoria colectiva que requiere una atención constante.

Aunque se implementaron resarcimientos por vía administrativa y se lograron sentencias por daños materiales, miles de reclamos por daño moral y psíquico continúan pendientes. La ciudad, que sufrió la destrucción de decenas de viviendas y cientos de daños, se ha esforzado en "reinventarse" y preservar la memoria de aquel "bombardeo en tiempo de paz" ocurrido durante la mañana de aquel fatídico día.

La conmemoración de cada aniversario es un recordatorio de la vulnerabilidad de la sociedad ante la corrupción estatal y un llamado a la verdad y la justicia que, para muchos riotercerenses, aún no ha llegado a su fin.

Esta nota habla de: