"Alma": la nueva serie de Netflix que se consolida en el catálogo de misterio
La ficción, creada por Sergio G. Sánchez, propone un enigma donde la única superviviente de un accidente de autobús despierta sin recordar nada, rodeada de visiones y sueños que la conectan con un pasado ajeno. Un análisis de los aciertos y las irregularidades de la producción
La serie española Alma se ha posicionado como uno de los títulos más comentados dentro del género sobrenatural en Netflix. Creada por Sergio G. Sánchez, reconocido guionista de El Orfanato, la producción destaca por su ambición narrativa, logrando una relación entre el suspenso, el drama adolescente y un universo mitológico cuidadosamente construido.
Un rompecabezas de identidad y trauma
La trama arranca con un brutal accidente de autobús en el que la mayoría de los estudiantes a bordo pierden la vida. Alma (interpretada con intensidad por Mireia Oriol) es una de las pocas supervivientes. Sin embargo, su despertar en el hospital está marcado por una amnesia total: no recuerda ni el siniestro, ni a sus amigos, ni a su propia familia.
En su regreso a casa, la joven percibe su entorno como ajeno, como si los recuerdos que la rodean pertenecieran a otra persona. A partir de este vacío, Alma comienza a experimentar visiones inquietantes y sueños que sugieren la existencia de un pasado oculto y una verdad que trasciende la lógica y la memoria.
La atmósfera como protagonista
Uno de los mayores aciertos de Alma reside en su estética oscura y envolvente. La serie utiliza magistralmente los paisajes del norte de España, donde acantilados, niebla y naturaleza agreste funcionan como un personaje más, reforzando ese clima de incertidumbre permanente.
La producción técnica es de alto nivel: los efectos visuales son precisos, el diseño sonoro es eficaz y la fotografía logra potenciar la carga emocional del relato. Además, la serie evita el susto fácil e incorpora una mitología profunda, inspirada en antiguas leyendas, que se entrelaza de forma orgánica con la búsqueda de identidad de la protagonista.
Irregularidades en el ritmo
Pese a sus fortalezas, la serie presenta algunos puntos débiles. La crítica señala cierta irregularidad en el ritmo, con algunos episodios que se inclinan más hacia el drama juvenil, lo que puede desorientar al espectador que espera un thriller de terror constante. También se mencionan diálogos forzados entre los personajes adolescentes y la relegación de secundarios con gran potencial.
Alma consigue sobresalir entre las recientes producciones españolas del género gracias al sólido equilibrio entre sus capas emocionales y su ambiciosa propuesta fantástica. La interpretación convincente de Mireia Oriol sostiene gran parte del peso dramático, haciendo de la serie una experiencia recomendable para quienes disfrutan de los misterios atmosféricos y las narrativas sobre la memoria y el trauma.