Argentina denunció ante la ONU la "desaparición forzada" del gendarme detenido en Venezuela
En el Consejo de Derechos Humanos, el diplomático Carlos Foradori advirtió que el silencio frente a la detención de Nahuel Gallo implica avalar las violaciones del régimen de Maduro. El gendarme lleva un año preso sin orden judicial, incomunicado y sin acceso consular.
El Gobierno argentino denunció ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU la situación del gendarme Nahuel Gallo, detenido desde hace un año en Venezuela sin orden judicial ni contacto con su familia. Durante su intervención en Ginebra, el representante argentino ante organismos internacionales, Carlos Foradori, sostuvo que la falta de una reacción firme de la comunidad internacional "equivale a una complicidad" frente a los abusos cometidos por el régimen de Nicolás Maduro.
Foradori remarcó que los organismos internacionales vienen documentando desde hace más de una década un patrón persistente de violaciones a los derechos humanos en Venezuela: detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas, violencia sexual y persecución política. En ese contexto, aseguró que el caso Gallo es un ejemplo concreto de esas prácticas: "Permanece privado de su libertad hace más de un año, sin orden judicial conocida, incomunicado y sin acceso a una defensa independiente ni asistencia consular".
El diplomático también cuestionó que Venezuela haya acusado al gendarme de atentar contra la seguridad del Estado aun cuando, según señaló, ni siquiera había ingresado formalmente al país al momento de su detención. En diciembre de 2024, cuando cruzó desde Colombia para reencontrarse con su pareja y su hijo, fue arrestado y señalado por el régimen como presunto integrante de un grupo de "mercenarios" extranjeros involucrados en un supuesto plan para atacar a la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
El Gobierno argentino calificó el caso como una "desaparición forzada" y lo llevó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Corte Penal Internacional y otros foros multilaterales, reclamando medidas urgentes para lograr su liberación.
Desde el entorno familiar, la pareja de Gallo, María Alexandra Gómez, reiteró que el gendarme fue detenido "solo por ser argentino" y pidió una mayor reacción de la sociedad. En tanto, la activista venezolana Elisa Trotta sostuvo ante la ONU que el gendarme lleva 365 días sin contacto con familiares ni abogados y afirmó que "el caso no quedará impune".
Foradori concluyó su intervención señalando que la neutralidad del Consejo de Derechos Humanos "solo favorece la impunidad" y que es necesario actuar de manera inmediata para garantizar el respeto del derecho internacional.