Cómo logran calefaccionar sus casas en Finlandia sin gas ni electricidad: el truco casero que podés aplicar en invierno
En uno de los países más fríos del mundo, implementan un método económico y sencillo para mantener el calor en el hogar sin depender de sistemas costosos. Claves para adoptarlo sin riesgos.
En Finlandia, donde los inviernos alcanzan temperaturas extremas, muchos hogares se mantienen cálidos con una técnica simple: cubrir las ventanas con plástico para evitar pérdidas de calor.
Te contamos cómo funciona, qué precauciones tomar y qué otras alternativas recomiendan para ventilar correctamente.
En redes sociales no faltan ideas creativas para afrontar el invierno sin gastar de más. Entre ellas, un supuesto "truco finlandés" se volvió viral: colocar plástico de burbujas en las ventanas como método casero de aislamiento térmico. La técnica es simple: se rocía agua sobre el vidrio y se adhiere el plástico con el lado liso hacia la ventana. Según sus promotores, las burbujas crean una capa de aire que ayuda a mantener el calor interior.
Sin embargo, este método -que comenzó a circular por Facebook y TikTok- tiene sus bemoles. Aunque barato y fácil de aplicar, no es una solución eficaz a largo plazo. Expertos señalan que puede generar humedad entre el plástico y el vidrio, favoreciendo la aparición de moho. Además, la necesidad de sellarlo con cinta adhesiva no solo reduce la estética del hogar, sino que también puede provocar filtraciones de aire.
En cuanto a la sostenibilidad, su impacto ambiental tampoco es menor. El uso de plásticos de un solo uso, incluso en pequeñas cantidades, contribuye al creciente problema de los residuos. Una solución que parece práctica podría convertirse en un desecho contaminante con el paso de las semanas.
Alternativas más efectivas (y ecológicas)
En lugar de trucos temporales, existen opciones más eficientes y sostenibles. Las películas aislantes específicas para ventanas ofrecen una barrera térmica delgada y duradera sin sacrificar la visibilidad. También pueden instalarse burletes en puertas y ventanas para evitar filtraciones.
Otra alternativa accesible son las cortinas térmicas, que bloquean el frío del exterior y ayudan a conservar el calor interno. Y para quienes estén dispuestos a invertir más, las ventanas de doble acristalamiento o las calderas de condensación son excelentes opciones para mejorar la eficiencia energética y reducir el consumo a largo plazo.
Aunque los consejos virales pueden aportar ideas ingeniosas, es fundamental analizar su impacto real. En aislamiento térmico, como en muchas otras áreas del hogar, lo barato muchas veces sale caro... y también contaminante.