El expresidente Jair Bolsonaro fue diagnosticado con cáncer de piel
El expresidente de Brasil padece un carcinoma de células escamosas, un tipo de tumor de gravedad intermedia que requerirá un seguimiento constante. ¿Qué significa este diagnóstico y cuáles son las implicaciones para su salud?
Jair Bolsonaro, el polémico ex mandatario de Brasil, ha confirmado que padece cáncer de piel. El anuncio, realizado por su equipo médico, se produce en un momento de gran turbulencia política para él, ya que fue condenado recientemente por su intento de golpe de Estado.
El diagnóstico: un carcinoma de células escamosas
Según el informe médico, el expresidente brasileño fue diagnosticado con un carcinoma de células escamosas. Este tipo de cáncer de piel se origina en las células de la capa exterior de la epidermis, la piel. Aunque no es el más benigno, los especialistas lo clasifican como un cáncer de gravedad intermedia.
Para confirmar el diagnóstico, Bolsonaro se sometió el pasado domingo a una cirugía para extirpar varias lesiones sospechosas en la piel. El material extraído fue enviado a biopsia y el resultado se comunicó oficialmente este miércoles.
El medio local G1 reportó que el carcinoma se encontró únicamente en la capa más superficial de la piel. Afortunadamente, no se ha extendido a las capas más profundas ni a otras partes del cuerpo, lo que eleva las probabilidades de un pronóstico favorable. A pesar de esto, su médico personal, Claudio Birolini, subrayó que este tipo de cáncer de piel "puede tener consecuencias más serias", por lo que se hará un seguimiento periódico de la evolución de las lesiones.
¿Qué es el carcinoma de células escamosas y cómo se trata?
El carcinoma de células escamosas es el segundo tipo más común de cáncer de piel. Suele aparecer en zonas del cuerpo expuestas al sol, como el rostro, los brazos y el cuello. A diferencia del melanoma, que es el más agresivo, este tipo de cáncer suele tener un buen pronóstico si se detecta y trata a tiempo.
Los factores de riesgo principales incluyen la exposición excesiva a la radiación ultravioleta (UV), un sistema inmunológico débil y antecedentes de lesiones precancerosas. El tratamiento más habitual es la extirpación quirúrgica de la lesión. En casos más avanzados, pueden ser necesarias la radioterapia o la quimioterapia. La detección temprana es clave para evitar que el cáncer se propague.