"No vas a estar con nadie": Tobillera con geolocalización para un hombre que violó la orden de restricción en Esquel
El imputado, con historial de amenazas contra la madre de su hija, publicó mensajes intimidantes en WhatsApp, forzando la Fiscalía a solicitar una medida de protección más estricta para la víctima
Un hombre imputado por violencia de género deberá llevar una tobillera electrónica con geolocalización, luego de que incumpliera de manera sistemática las órdenes judiciales que le prohibían acercarse y contactar a la madre de su hija. La decisión, adoptada inicialmente por un juez penal y ratificada por un tribunal de revisión de Comodoro Rivadavia, subraya la necesidad de utilizar herramientas tecnológicas ante la escalada de riesgo.
La historia de amenazas se remonta a agosto, cuando la víctima denunció mensajes explícitos de su expareja. Según el parte fiscal, las frases intimidantes incluían advertencias como: "Si no volvés conmigo, esto se termina para todos... Si vos no estás conmigo, no vas a estar con nadie".
Desobediencia y escalada
A raíz de esta denuncia, la Justicia dictó la primera orden de prohibición de acercamiento y contacto. Sin embargo, el imputado la desobedeció en múltiples ocasiones, con episodios que su defensa intentó minimizar como "encuentros casuales" en un supermercado y un control policial.
El último y definitivo incumplimiento ocurrió a través de una vía digital: el hombre publicó frases amenazantes en su estado de WhatsApp, justo antes de la audiencia de formalización de la investigación.
Ante este patrón de desobediencia documentada, la Fiscalía solicitó una medida más estricta que garantizara la seguridad de la víctima. El juez interviniente ordenó el uso de la tobillera electrónica, que permite el seguimiento satelital y la activación de una alerta si el agresor cruza el perímetro de exclusión fijado alrededor de la víctima.
Ratificación Judicial
La defensa del imputado apeló la decisión, argumentando que la tobillera electrónica atentaba contra la intimidad y la libertad de su defendido. No obstante, el tribunal revisor confirmó la medida, primando la protección de la mujer.
Durante la resolución, una de las juezas enfatizó la lógica de la gradualidad con la que actúa el sistema judicial: "Esto es gradual. Se le impuso una prohibición de acercamiento... Si no va a cumplir... No le va a quedar otra al magistrado que disponer su prisión. Yo ya le aviso cómo es esto", advirtió al imputado, dejando claro que la tobillera electrónica es el último recurso antes de la prisión preventiva.
El fallo ratifica que la desobediencia reiterada a las órdenes judiciales constituye un factor de alto riesgo que justifica el uso de la tecnología para proteger a las víctimas de violencia de género.