Otra bandera entregada: Río Negro le sacó a ventaja a Chubut y al proyecto de Ana Clara Romero sobre hidrógeno

Durante un año y medio, algunos legisladores de Chubut complacieron al gobierno nacional y acompañaron cada uno de sus proyectos. Pese a que hoy pretendan desligarse del discurso oficial, el archivo se impone y la realidad es que tanto Ana Clara Romero en diputados, como Edith Terenzi y Andrea Cristina en en el senado, votaron la mayoría de los proyectos que propuso el gobierno nacional y que hicieron mucho daño en Chubut.

A cambio -y aquí viene lo peor- la provincia no recibió nada.

En contrapartida se intentó minimizar el impacto de las votaciones y difundir proyectos productivos que, de aprobarse en el Congreso, serían beneficiosos para Chubut.

Una muestra de ello fue el Foro de Hidrógeno realizado en Puerto Madryn, donde la diputada Ana Clara Romero fue la encargada de detallar el estado de su proyecto de ley presentado el año pasado, que busca dar viabilidad a los desarrollos del denominado "combustible del futuro".

¿Qué tuvo de particular esa presentación? Romero afirmó que dos de las tres comisiones que deben aprobar la ley están bajo control de LLA y que "el Gobierno nacional tiene sus dudas sobre el proyecto". Según la diputada del PRO, el marco regulatorio del hidrógeno dependía de una "cuestión de fe" y era poco probable que este año obtenga el visto bueno del Congreso.

La sensación que dejó fue la de una batalla perdida o, al menos, muy difícil de dar. Pero ¿por qué es tan importante la industria del hidrógeno para Chubut si aún no se consolida a nivel global? Principalmente, por el nivel de inversiones que podría atraer y la posibilidad de oxigenar la actividad petrolera que, desde hace dos años, vive momentos duros.

La durmieron

Durante meses, el debate sobre el hidrógeno estuvo paralizado. Hasta que se conoció que los diputados Lorena Villaverde (LLA - Río Negro) y Martín Maquieyra (PRO - La Pampa) presentaron en la Cámara de Diputados un proyecto que propone la creación de un régimen especial para fomentar inversiones en hidrógeno renovable y de bajas emisiones.

La iniciativa establece un marco normativo con beneficios fiscales, previsibilidad y seguridad jurídica para atraer capitales y desarrollar un nuevo sector productivo en el país. También propone una cláusula de estabilidad fiscal por 30 años: los proyectos aprobados no podrán ser alcanzados por nuevos tributos ni por aumentos de los existentes.

Además, los desarrollos vinculados al hidrógeno contarán con los mismos derechos de servidumbre que hoy tienen las obras de infraestructura eléctrica y gasífera, lo que facilitaría el despliegue de redes de transporte y plantas industriales.

Aunque el proyecto envía una señal a los inversores, genera sospechas en Chubut. Villaverde, quien aspira a la gobernación de Río Negro, busca capitalizar estos anuncios para atraer todas las inversiones a su provincia.

Río Negro se posiciona

Las intenciones de Villaverde quedaron claras en un comunicado de LLA: "Nuestra Patagonia cuenta con vastas extensiones de tierra, excelentes recursos eólicos y solares, y condiciones excepcionales para el desarrollo de esta industria. Este proyecto brinda reglas claras y los incentivos necesarios para generar empleo y desarrollo regional sostenible", destacó.

El texto subraya exclusivamente el potencial de Río Negro para "liderar propuestas de vanguardia en transición energética", posicionando al sur argentino como plataforma ideal para producir y exportar hidrógeno verde.

"Villaverde subrayó que su provincia, Río Negro, se posiciona como precursora en este tipo de iniciativas, impulsando proyectos que fortalecerán la economía y la sostenibilidad", remarcó el comunicado.

Muchos títulos, pocos resultados

Romero y sus aliados siempre se mostraron como líderes del impulso al hidrógeno. Incluso, la diputada nacional viajó a Europa para interiorizarse en proyectos, pero parece no alcanzar para defender los intereses de los chubutenses.

No es la primera vez que la dirigente del PRO se da por vencida o decide acompañar al Gobierno Nacional, aunque eso implique perjuicios para la provincia que la eligió como su representante. El tema del hidrógeno no parece ser la excepción.

Al inicio de la gestión de Ignacio Torres fue designada para "gestionar inversiones en la industria hidrocarburífera". Sin embargo, no logró vínculos con el sector privado, presentó tarde un proyecto para cuencas maduras que pasó desapercibido incluso en medios afines, y tampoco tuvo un rol destacado en la reciente crisis del sector.

Luego intentó posicionarse como experta en energías renovables, pero pese al esfuerzo, no logró consolidar una agenda. Su último intento fue el hidrógeno, pero nuevamente Chubut quedó al margen de la discusión.