Trump oficializó aranceles del 50% a Brasil y crece la tensión con Lula

El presidente estadounidense Donald Trump profundizó este miércoles el enfrentamiento con su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, al oficializar un arancel total del 50% a los productos brasileños. La medida se implementa tras la firma de una orden ejecutiva que añade un arancel adicional del 40% a los ya existentes.

Según la Casa Blanca, el objetivo de la medida es "abordar las políticas, prácticas y acciones recientes del gobierno brasileño que constituyen una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos".

En su comunicado, Trump acusó al gobierno de Lula de llevar adelante "ataques insidiosos a las elecciones libres y a los derechos fundamentales de libertad de expresión de los estadounidenses". También vinculó la decisión con lo que calificó como "persecución" contra el expresidente Jair Bolsonaro y sus seguidores en Brasil.

Desde Brasilia, Lula prometió "defender la soberanía del pueblo brasileño" ante lo que considera una injerencia extranjera. "Hoy es un día sagrado para la soberanía", afirmó el mandatario brasileño durante un acto oficial.

El gobierno brasileño ya había calificado como "arbitrarias e injustificables" las recientes sanciones impuestas por Washington contra el juez del Supremo Tribunal Federal Alexandre de Moraes, quien procesa a Bolsonaro por golpismo. La Ley Magnitsky permite a EE.UU. sancionar a ciudadanos extranjeros acusados de corrupción o violaciones a los derechos humanos.

Trump y Lula arrastran un enfrentamiento ideológico desde el inicio de sus mandatos. El presidente estadounidense ha defendido públicamente a Bolsonaro y cuestionado las decisiones del Supremo Tribunal Federal de Brasil, como la orden de suspensión de la red social X a fines del año pasado por incumplimiento de regulaciones.

Washington acusa al gobierno de Lula de "coaccionar de forma tiránica y arbitraria" a empresas estadounidenses para moderar contenido político en redes sociales y entregar datos de usuarios, mientras que Brasil denuncia un "ataque a su soberanía".