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Una ex participante de "Gran Hermano" reveló su angustiosa realidad económica: "Estoy haciendo delivery de nuevo"

Katia "La Tana" Fenocchio, quien no logró consolidarse en los medios tras su paso por el reality, confesó que está desempleada, con deudas de tarjeta y debe volver a trabajar en aplicaciones, aunque el rubro la enfrenta a situaciones complejas

El famoso reality show Gran Hermano puede abrir puertas a la fama inmediata, pero la vida después de que las cámaras se apagan no siempre es glamurosa. Un ejemplo de la dura realidad que enfrentan muchos ex participantes es Katia "La Tana" Fenocchio, quien se quebró al relatar su actual y delicada situación económica.

En una entrevista con Gastón Trezeguet en el programa de streaming Se Picó (República Z), la ex concursante oriunda de La Matanza confesó su desesperante panorama.

"De trabajo estoy pésimo, no tengo nada. No me sale nada y estoy haciendo delivery de nuevo", admitió "La Tana", de 34 años.

Fenocchio relató que está "desocupada" y que sus planes de lanzar su propio canal de streaming no pudieron concretarse a pesar de haber invertido en el proyecto. "Ya invertí en eso, tengo que pagar las tarjetas que están al rojo vivo y esa es una inversión que no te va a dar plata al momento", explicó.

La Ayuda de su Pareja y una Deuda por Sushi

La ex "hermanita" destacó el apoyo incondicional de su pareja, sin el cual no sabría cómo afrontar el día a día: "Si no fuese por mi novio, no sé qué haría. Él me está pagando el alquiler".

Ante la falta de oportunidades en los medios, Fenocchio tuvo que regresar a trabajar como delivery en una aplicación con su moto, pero el retorno al rubro no ha sido fácil. "Hice delivery y me fue re mal. Ahora le debo 80 lucas a la aplicación", detalló.

Incluso su breve vuelta al reparto estuvo marcada por un incidente complicado. Al ser una figura pública, Katia confesó que le "daba cosa" ir sola, por lo que un amigo la acompañó. Durante la entrega de un pedido de sushi, el paquete se les cayó al piso. "La clienta vio la situación y se fue a su casa, nunca me abrió la puerta", relató. Ante la negativa de la clienta a recibir el pedido, el restaurante se lo cobró, aumentando sus deudas.

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