El verdugo de Argentina en la final del Mundial de 1990 subastará la pelota para luchar contra el Coronavirus

Probablemente haya sido uno de los recuerdos más doloroso para los argentinos. Las lágrimas de Diego Maradona, el arbitraje polémico de Codesal, la angustia de la derrota y el sentimiento de impotencia son algunos factores que se presentan en cada escena del Mundial de Italia disputado en 1990.

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Aquel equipo liderado por Carlos Salvador Bilardo sufrió las injusticias del poder que lo privaron de lo que hubiera significado la tercera estrella internacional para la Albiceleste. Si bien el combinado nacional no había desplegado una gran producción durante todo el torneo, la calidad y valentía del Diez, junto con las heroicas atajadas de Sergio Goycochea, la velocidad de Caniggia y las estrategias del Doctor, llevaron a la Argentina a la final de la Copa del Mundo que se jugó en el estadio Olímpico de Roma.

A casi 30 años de aquel compromiso, Andreas Brehme, autor del gol que le dio la gloria a Alemania, lanzó una innovadora iniciativa para la lucha contra el coronavirus. A través de su cuenta de Instagram, el ex defensor germano anunció la donación de la pelota del partido decisivo para que se realice una subasta y la recaudación sea destinada a las entidades sanitarias que luchan contra la pandemia que afecta al planeta. La misma estará firmada por los campeones del mundo y se espera una recaudación millonaria.

Con los antecedentes de 1954 y 1974, el triunfo alemán representó la tercera conquista en un Mundial; y 2014 la historia se volvió a repetir en el mítico Maracaná, cuando Mario Götze selló el 1 a 0 en Río de Janeiro que convirtió a la escuadra germana en tetracampeona y privó a Lionel Messi de transformarse en leyenda.