De la calle al escenario: la historia de Nicolás Behringer, el participante de La Voz que transforma el rechazo en ovaciones

Con 28 años, Nicolás Behringer conmovió en La Voz Argentina y fue ovacionado tras su presentación. Su camino no fue fácil: vivió en la calle hasta los 13 años y, hace seis, tras la muerte de su padre por un infarto, asumió la tutoría legal de su hermana, rol que lo obligó a madurar de golpe.

"No todo el mundo quiere que sus hijos se junten con el nene que no tiene techo", recordó sobre una infancia atravesada por la soledad y la falta de oportunidades. Aquella experiencia -dice- lo volvió empático, perseverante y creativo: "Ver al chico que todos ignoraban y hoy es valorado es un privilegio enorme".

Del miedo a cantar en la calle al escenario mayor

Antes del programa, Nicolás se animó a ser artista callejero. Confiesa que le tuvo "pánico" a dejar un trabajo seguro para salir con micrófono y equipo a probar suerte: "Todo puede pasar en la calle. Un día te va muy bien y otro, nada. Ese camino me preparó para todo".

Familia, pérdida y propósito

Tras la muerte de su papá, se hizo cargo de su hermana: "La tutoría te pone en un rol paterno. Tenés que asegurar techo, comida, escuela. Fue aprender a equilibrar lo que amo con los que amo". Cree que su padre estaría "orgulloso" del presente.

Qué busca como artista

"No quiero ser solo ovacionado. Quiero que otros encuentren la misma felicidad que yo hallé en la música", asegura. Se imagina referente en Argentina y con proyección internacional, guiando a quienes están donde él estuvo.