Bancarios de Comodoro protestan por despidos en el Santander: "Detrás de cada trabajador hay una familia que mantener"
La Bancaria realizó una protesta frente al Santander en rechazo a despidos que consideran injustificados.
El sindicato La Bancaria lleva adelante este martes una medida de fuerza con tres horas de atención al público en el Santander, en rechazo a los despidos recientes y las políticas laborales del banco. Jorge Uliarte, delegado local, denunció que en los últimos dos meses cinco trabajadores fueron desvinculados y advirtió que la situación podría continuar en otras sucursales del país.
"Estamos en esto tratando de estar al frente de este reclamo y ver de qué manera se puede revertir este tipo de situación", expresó Uliarte, quien cuestionó los argumentos del banco para justificar los despidos. "Dicen que tienen que hacer ajustes porque no les están dando los números que pretenden, pero la rentabilidad del banco el año pasado fue enorme: 16 mil, 17 mil millones de pesos. Es una locura", señaló.
El dirigente sindical defendió la necesidad de mantener los puestos laborales frente a la reconversión tecnológica que atraviesa el sector financiero. "Pedimos que sean trabajadores bancarios, no tercerizados ni desafectados, porque hoy conseguir una reincorporación laboral es muy complicada", afirmó.
En cuanto al plan de lucha, Uliarte explicó que la visibilización de esta problemática se extiende a nivel nacional y está orientada a alertar a otros sindicatos sobre el impacto de las políticas económicas en la clase trabajadora. "Este plan económico está destruyendo todo lo que es la clase trabajadora. No solamente con la falta de trabajo, con el cierre de empresas, sino también con la inflación", agregó.
Finalmente, el delegado alertó sobre las consecuencias sociales de la crisis y llamó a tomar conciencia. "Detrás de cada trabajador también hay una familia que mantener, hay hijos, menores. La falta de ingresos laborales es lamentable y no sabemos en qué puede llegar a terminar. Después no nos quejemos si aumentan la delincuencia o si la gente tiene que pedir comida. Los comedores de las iglesias no dan abasto, la gente revuelve la basura. Esta es la triste realidad que estamos viviendo", concluyó.







