Eliana Muñoz: "El aumento del colectivo de Rada Tilly complica aún más a las trabajadoras de casas particulares"
La referente del sector en Rada Tilly y Comodoro Rivadavia advirtió que muchas empleadas domésticas pierden su trabajo o ven reducido su ingreso porque los empleadores ya no cubren el boleto de colectivo. También cuestionó el bajo aumento salarial acordado a nivel nacional
En diálogo con ABC Radio, Eliana Muñoz, referente de las trabajadoras de casas particulares en Comodoro Rivadavia y Rada Tilly, se refirió a la difícil situación que atraviesa el sector frente al nuevo aumento del boleto de colectivo.
"Hoy explotó el grupo de WhatsApp porque más de una recibió el aviso: ‘No te voy a poder pagar más el boleto colectivo'. Cada vez que aumenta, las trabajadoras somos las perjudicadas. Antes formaba parte del sueldo de manera indirecta, pero ahora muchos empleadores ya no quieren cubrirlo", explicó.
Muñoz indicó que la situación afecta especialmente a quienes trabajan por horas: "Varias compañeras perdieron el trabajo porque el empleador no aceptó pagar el boleto. Prefieren contratar a otra persona por 7.000 pesos la hora y sin hacerse cargo del transporte".
Actualmente, en Rada Tilly hay registradas alrededor de 450 trabajadoras, aunque el número viene en baja: "Éramos 500, pero en los últimos cuatro meses muchas quedaron sin empleo, sobre todo desde que empezó la crisis con el petróleo", señaló.
En relación al aspecto salarial, Muñoz manifestó el descontento con los acuerdos nacionales: "Ahora en septiembre viene un aumento del 1%, pero las compañeras están muy desconformes. Se había conseguido solo un 6,5 o 7,5% y un bono de 10.000 pesos que, según la modalidad de trabajo, baja a 7.000, 5.000 o 4.000. No va de la mano con la inflación".
La referente fue tajante al describir el escenario: "Por lo menos con este gobierno cuesta muchísimo. Antes teníamos un gran sueldo y alcanzaba más. Hoy no alcanza y lo que logramos es muy poco".
Muñoz cerró destacando que desde el sector solo pueden insistir con notas y firmas, pero advirtió que la paciencia de las trabajadoras se agota frente a un panorama de precarización y pérdida de derechos.



