Visita

Kicillof llega a Chubut separado del peronismo duro y con el objetivo de convencer a Ignacio Torres para que no vaya al Pacto de Mayo

Su visita, en los papeles, es la firma de un convenio por el préstamo de 15 ambulancias al gobierno provincial. En su objetivo político, intentará convencer al gobernador de Chubut de que no viaje al Pacto de Mayo, algo que pareciera imposible con un Torres que ya anticipó su apoyo a la Ley de Bases y el voto a favor de sus senadoras, tal cual sucedió con sus diputados.

abcdiario

El acto será este miércoles a las 13 horas en la sede de Lotería del Chubut, en Rawson. Torres y Kicillof firmarán un convenio de cooperación, mediante el cual la provincia de Buenos Aires le entregará al gobierno de Chubut quince ambulancias en comodato para "colaborar en el marco de la crisis sanitaria" que atraviesa esta provincia.

El convenio contempla además la capacitación a través de la escuela de gobierno en salud Floreal Ferrara, para todo el equipo de salud chubutense, y la entrega de plataformas de telemedicina e historia clínica integrada que en la provincia de Buenos Aires ya está en funcionamiento.

Desde Buenos Aires, el encuentro entre los mandatarios podría leerse como una señal de federalismo resistente a los embates del gobierno nacional y del presidente Javier Milei, con quien ambos, en algún momento de estos cinco meses de gestión, se enfrentaron duramente.

El objetivo de Kicillof es evidente: buscar aliados en su posición opuesta al gobierno y sumar apoyo para una futura candidatura a presidente que ya su entorno más cercano instaló. El gobernador de la provincia más importante del país ve en Ignacio Torres a un posible par, justamente por la guerra plantada en el mes de febrero desde Chubut por la retención de coparticipación.

Sin embargo, la remake de La Patagonia Rebelde duró poco. Ignacio Torres no solo dejó de criticar al presidente una vez que el juzgado federal de Rawson tuvo un primer fallo a favor de su reclamo, sino que oficializó su postura a favor de la Ley de Bases. Ya en la primera discusión trunca en diputados (cuando el gobierno nacional retiró el proyecto y lo envió nuevamente a comisión), el mandatario chubutense había mandado a sus legisladores a votar a favor.

En esta oportunidad, la única batalla contra el gobierno que eligió Torres fue el impuesto a las ganancias, que si bien perjudica principalmente a trabajadores de las provincias patagónicas, no alcanza a la gran mayoría que gana por debajo de los mínimos y, comparado con otros capítulos de la Ley, suena hasta ridículo que solo presente batalla por ello. Tanto Ana Clara Romero como Jorge "Loma" Ávila votaron a favor de la Ley y ya se anticipó que lo mismo sucederá con Terenzi y Cristina en el senado, a excepción por supuesto del impuesto a las ganancias.

De acuerdo a estos antecedentes, quizás Kicillof se perdió algún capítulo de la historia y piensa que Ignacio Torres todavía tiene ganas de enfrentarse a un gobierno nacional con el que concuerda más de lo que disiente.

Por otro lado, el gobernador de Buenos Aires está -hacia adentro- oficialmente distanciado del peronismo más influyente cercano a Cristina Fernández de Kirchner, cuyos principales exponentes, Máximo Kirchner y "Wado" de Pedro, pretenden evitar cualquier tipo de armado político de Axel con el peronismo de las provincias. Kicillof necesita sumar socios, aunque sea adherentes, para su causa y en ese esquema entran los gobernadores de provincias importantes como Llaryora (Córdoba) y Pullaro (Santa Fé), además de Torres.

Por eso no es la primera vez que, bajo el gobierno de Javier Milei, Axel Kicillof envía gestos de cooperación con otras provincias. En marzo acordó con Pullaro (UCR) el envío de 80 patrulleros y asistencia en equipamiento logístico para el combate contra el narcotráfico y también envió brigadistas para combatir el incendio del Parques Los Alerces en Chubut.

Torres hace su juego, no pretende volver a enemistarse con el presidente y envía gestos, pero le sirve sumar el apoyo de distintos sectores peronistas, incluso kirchneristas. Su propio gabinete es un fiel reflejo que lo de "acabar con 20 años de peronismo que destruyeron la provincia" era un simple slogan de campaña.

El peronismo, que una vez más no entiende el contexto, elige dividirse en lugar de leer y generar una propuesta superadora a todas las expuestas hasta el momento -y que fracasaron-. Un proyecto que pueda arrebatarle a Milei el poder que le prestó sin querer, sin creerlo posible, y que hoy es una realidad que no solo votó el 56% de la población, sino que con cinco meses de ajuste brutal, un gran porcentaje de la gente todavía está dispuesta a apoyar.

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