La desgarradora carta de la mamá de Eka tras saber que se acerca el final

En un conmovedor mensaje compartido a través de la cuenta de Instagram @uncorazonparaekatherina, la madre de Eka, una niña que enfrentó con valentía un diagnóstico médico extremadamente complejo, expresó su dolor, amor y gratitud en una carta que ha tocado el corazón de miles de personas. Acompañada de fotos y recuerdos, la publicación refleja la lucha de Eka, quien, a pesar de no haber recibido el trasplante de corazón que esperaba, dejó un impacto imborrable en su familia, amigos y equipo médico.

La carta destacó la fortaleza de Eka, una niña que desafió las probabilidades médicas una y otra vez. "Nadie nunca pudo pararte, ni el diagnóstico más complejo. Siempre de alguna forma salías adelante", escribe su madre, quien describe a su hija como "un misterio para los médicos" y "amor para nosotros". A pesar de las innumerables batallas ganadas, las cicatrices acumuladas marcaron el fin de una espera de un año y medio por un corazón que nunca llegó.

El texto no solo refleja el dolor de una madre que se despide de su hija, sino también la gratitud por los momentos compartidos y las lecciones que Eka dejó. "Nos enseñaste que nada es imposible, y que si tenés ganas de vivir, la vida viene a vos hasta en los momentos más oscuros", señala. La pequeña, con su sonrisa y su fuerza, demostró que la vida es efímera y que cada día debe vivirse intensamente, como si fuera el último.

La madre de Eka también agradece a quienes acompañaron a la familia en este duro camino: amigos, familiares, seguidores en redes sociales y, especialmente, el equipo médico que luchó junto a ellos. Menciona con cariño a enfermeros, médicos y personal de los pisos 7 y 10 del hospital, así como a personas clave que marcaron la vida de Eka.

A pesar del desenlace, la carta cerró con un mensaje de esperanza y un llamado a seguir hablando de la donación pediátrica. "Eka dejó un legado enorme", afirma su madre, quien invita a todos a continuar su lucha abogando por la donación de órganos para salvar vidas. La historia de Eka, aunque no terminó como la familia esperaba, sigue inspirando a quienes conocieron su valentía y amor por la vida.