La historia de una necesidad en Chubut que llegó a un medio nacional y se multiplicó la ayuda

La solidaridad de una mujer de Gualjaina, en la remota estepa de Chubut, desató una conmovedora cadena de ayuda que culminó con la entrega de una máquina de coser profesional y lanas, esenciales para continuar su labor comunitaria. 

Yolanda, residente de este pequeño pueblo, ha dedicado años a ayudar a sus vecinos. Con lo que cultiva en su huerta y la producción de sus cabras, mantuvo un comedor comunitario. Sin embargo, su trabajo más reconocido era la confección de mantas para proteger a las personas del frío implacable de los parajes más lejanos. Con la única herramienta que tenía, una tijera de esquilar, cortaba retazos de tela para coser a mano cada manta, y también reparaba camperas usadas.

La labor silenciosa de Yolanda se hizo pública cuando una voluntaria independiente visitó la zona. La historia llegó a un diario local, que publicó que Yolanda necesitaba una máquina de coser para continuar su trabajo. Esta noticia, según trascendió, conmovió a la audiencia de medios nacionales, entre ellos TN noticias.

A partir de ahí, se activó una red de ayuda. Una voluntaria consiguió una máquina de coser profesional, apta para trabajos duros, y lanas. Con la ayuda en sus manos, emprendió un viaje de 600 kilómetros a dedo desde Maquinchao, en Río Negro, hasta Gualjaina. Cada persona que le dio un aventón en el camino se convirtió en un eslabón de una cadena que demostró que, cuando la necesidad lo requiere, la solidaridad de la gente puede superar cualquier distancia para llegar a quienes más lo necesitan.

 Esta travesía personal se suma a una campaña de solidaridad de mayor escala. El 1 de julio, dos camiones cargados de donaciones partieron rumbo a los parajes de Gualjaina, con ropa de abrigo, camperas, agua y elementos de higiene. 

En diálogo con AbcDiario, Alejandra Carrasco contó que la iniciativa surgió a partir de un pedido de la propia Yolanda Epulef para asistir a sus vecinos antes de la llegada del frío. La colecta contó con la colaboración del Club Esperanza, Rotary, el grupo Oxidados y la Red Apostólica Emmanuel, además del apoyo logístico de Vialidad Provincial, que facilitó los camiones para el traslado.