San Cayetano volvió a reunir multitudes: "Venimos a agradecer y a pedir trabajo, salud y pan"
Desde temprano, cientos de vecinos se acercaron a la ermita del barrio San Cayetano para agradecer y renovar sus pedidos al patrono del pan y el trabajo. Hubo procesión, misa, ofrendas y gestos de solidaridad compartida.
Como cada 7 de agosto, la fe popular se hizo presente en Comodoro Rivadavia con motivo de la celebración de San Cayetano, patrono del pan y el trabajo. Desde las primeras horas de la mañana, vecinos y vecinas se acercaron a la ermita ubicada en el barrio que lleva su nombre para agradecer, encender velas, rezar en familia y renovar sus esperanzas.
"Venimos a agradecer a San Cayetano para que nos dé alimento, paz y trabajo para mis hijos y para todos", expresó una fiel que se acercó en compañía de su familia. Otro devoto comentó: "Todos los años vengo a prender una velita por lo menos. Vivo cerca, así que cada dos por tres paso a saludar".
El clima general fue de recogimiento, pero también de solidaridad. Desde temprano, grupos de colaboradores se organizaron para recibir a los visitantes y ofrecerles estampitas, tarjetitas con mensajes y hasta alimentos. "Una familia trajo pancitos para compartir, así que estamos esperando que nos traigan una panetita para repartir entre la gente cuando venga", relató una voluntaria.
La actividad comenzó a las 8 de la mañana con la apertura de la ermita y continuó durante toda la jornada. "Con los chicos, los colaboradores, venimos una hora cada grupito para recibir a la gente", explicaron desde la organización. También participaron familias de catequesis que elaboraron recuerdos y mensajes para regalar.
Consultada por la cantidad de fieles, una de las mujeres que colaboraba señaló: "Sí, mucha gente ha venido. Como todos los años". Entre las plegarias más repetidas, se escucharon los pedidos por trabajo y salud: "Agradecer primero, y pedir por la salud de mi familia y que no falte el trabajo", compartió otra vecina.
La jornada continuará con la tradicional procesión que recorrió las calles del barrio y culminará con la misa central en la capilla San Cayetano. Los testimonios coincidieron en un mismo anhelo colectivo: sostener la fe y la solidaridad en un contexto de dificultades económicas que atraviesan muchas familias.







