"Un uniforme que debería salvar vidas se convirtió en símbolo de imprudencia": la familia de Mayra Remolcoy exige justicia
Sus seres queridos alzan la voz para denunciar la impunidad y la falta de empatía de un sistema judicial que, según ellos, deja a las víctimas con una "condena de por vida"
A casi un mes del trágico siniestro vial que le arrebató la vida a Mayra Remolcoy, de 38 años, su familia rompió el silencio para exigir justicia. El fatal suceso, ocurrido el 25 de agosto, se cobró la vida de Mayra, dejando un profundo vacío y un pedido urgente de conciencia social.
Una de las hermanas de la víctima compartió un desgarrador testimonio en nombre de toda la familia, señalando al conductor del vehículo como el principal responsable. "Esa noche, un hombre que llevaba el uniforme de bombero eligió conducir con alcohol en la sangre, cruzar el semáforo en rojo y con más pasajeros de los permitidos", relató, indignada. "Un uniforme que debería representar salvar vidas, se convirtió en símbolo de imprudencia. Esa decisión, porque no fue un accidente, terminó con la vida de mi hermana".
El 'homicidio culposo' y la impunidad
La causa judicial fue caratulada como "homicidio culposo agravado", una figura que, aunque reconoce la gravedad de la conducta, a menudo resulta en sanciones leves. La familia, consciente de la habitualidad de este tipo de fallos, expresó su temor a que la sanción para el culpable no esté a la altura del daño causado. "La justicia habla de homicidio culposo agravado, pero en la práctica suele traducirse en sanciones leves: algunos años sin carnet, sin credencial de bombero, y nada más", lamentó la hermana. "Y mientras tanto, las familias quedamos con la condena de por vida: enterrar a quienes amamos, aprender a vivir con una ausencia que no se repara nunca".
La voz de la familia no se limita al dolor por la pérdida de Mayra, quien dejó a dos hijos que la necesitan a diario. El testimonio subraya el vacío que su ausencia generó en sus hijos, hermanos, padre y sobrinos. "Mayra dejó dos hijos que la necesitan todos los días", expresó la hermana. "Nadie merece crecer con ese vacío".
Un llamado que trasciende la tragedia familiar
Más allá de la tristeza y la indignación, el mensaje de la familia Remolcoy se transforma en un grito de guerra para la sociedad. "Esto no es solo por Mayra", aseguró la hermana, extendiendo su pedido de apoyo a todas las familias que sufren lo mismo y sienten que la justicia nunca alcanza.
El comunicado hace hincapié en la necesidad de diferenciar entre un "accidente" y las "decisiones irresponsables que matan", instando a la sociedad a dejar de naturalizar muertes que pudieron evitarse. "Mientras las leyes sigan siendo blandas, la impunidad seguirá teniendo más fuerza que la justicia", sentenció.
La familia concluyó su pedido con un mensaje contundente: "Mi hermana no era un número. Tenía sueños, proyectos, una vida llena de amor. La verdadera condena la llevamos nosotros: sus hijos, sus hermanos, sus sobrinos, para siempre".



