Crisis

Un muerto y más de 100 heridos en Perú: el gobierno declaró estado de emergencia

El gobierno interino de José Jerí dispuso la medida para frenar los disturbios y autorizó el despliegue de militares. La tensión social crece en medio de reclamos contra el Congreso y la represión policial.

El gobierno interino de Perú declaró este viernes el estado de emergencia en Lima y Callao tras una nueva jornada de protestas que dejó un saldo de una persona muerta y más de 100 heridos, entre civiles y policías. La medida, anunciada por el jefe del gabinete, Ernesto Álvarez, busca "frenar la violencia urbana" y restablecer el orden en medio de una ola de manifestaciones que se extienden desde hace un mes en rechazo al Congreso y al presidente José Jerí.

El decreto afectará a unos 10 millones de habitantes y permitirá restringir derechos civiles, como la libertad de reunión y tránsito, además de autorizar el despliegue de las Fuerzas Armadas en apoyo a la Policía Nacional. Álvarez no descartó la posibilidad de aplicar un toque de queda si continúan los disturbios durante la noche.

Según el Ministerio del Interior, los enfrentamientos del jueves fueron los más violentos desde el inicio de las protestas: 113 personas resultaron heridas, entre ellas 84 agentes y 29 manifestantes. El estallido social se agravó tras la muerte del joven rapero Eduardo Ruiz, conocido artísticamente como Trvko, quien fue asesinado por un disparo policial durante una manifestación en el centro de Lima. 

El general Óscar Arriola, portavoz de la Policía Nacional, confirmó que el agente involucrado será separado de la fuerza, y otro oficial ya fue detenido mientras avanza la investigación judicial.

En medio de la crisis, el presidente interino José Jerí solicitó al Congreso facultades legislativas de urgencia para intervenir en temas de seguridad, control de penales y orden público.

La administración busca contener un movimiento que no solo reclama justicia por la represión, sino que exige "que se vayan todos", en alusión a la clase política peruana.

Con las calles tomadas por manifestantes y la militarización en marcha, Perú atraviesa una de sus peores crisis sociales y políticas de los últimos años, marcada por el hartazgo ciudadano y la falta de estabilidad institucional.

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