Samid confirma que no se va a entregar

El empresario de la carne arremetió contra los fiscales de la causa

El empresario de la carne Alberto Samid aseguró esta tarde en diálogo con C5N que no se va “a entregar”, luego de que la Justicia ordenara su detención por no presentarse a las últimas audiencias de un juicio por evasión.

Luego de que el Tribunal Oral en lo Penal Económico 1 ordenara la detención de Alberto Samid, el empresario de la carne se defendió: “Yo lo denuncié hace dos semanas: me llamaron en un juzgado por una causa de hace 30 años que estaba cerrada, al tercer día el fiscal me pide 1.800.000 dólares”. Y dijo que no se va a entregar a la Justicia: “Prefiero ser un fugado, no un preso político”.

En esa línea, Samid dio detalles del supuesto pedido de coima: “A cinco metros del fiscal estaban los jueces y a diez metros había dos policías. Cuando me di cuenta de lo que estaba pasando, le pregunté al fiscal, que me dijo ‘esto es un pacto de caballeros, ponga USD 1,8 millones y se arregla todo’. Junte la plata y hablamos. Fue todo de 30 segundos, muy rápido. Se tomó tres días de vacaciones durante el juicio, y cuando volvió, me mandé a mudar. Yo la plata esa no la tengo, y si la tengo no la voy a poner”.

“Estos tipos me quieren ir a hacer tomar agua podrida en Ezeiza, como están haciendo los muchachos. A los 71 años no voy a ir a tomar agua podrida. Si me agarran, mala suerte”, agregó Samid, que además criticó a los jueces y fiscales federales: “Esto es lo que hacen estos tipos, son unos ladrones, sinvergüenzas y ahí hay que poner una bomba atómica en Comodoro Py. Eso no es Comodoro Py, es Comodoro Pro, ahí le roban la plata a la gente, los meten preso, es una cueva de ladrones. Yo estuve dos semanas yendo ahí, te das cuenta lo que es. Cuando llega alguien del Pro, están todos a los abrazos, cuando llega un peronista están todos serios”.

Samid, junto con otros nueve imputados, están acusados de integrar una asociación ilícita que comercializaba carnes y no tributaba el IVA al Estado, según la acusación de la fiscal María del Carmen Rogliano. Otra de las acusaciones es por la faena y comercialización de ganado de hacienda en negro, que abastecía el mercado interno evadiendo también los aportes estatales.