Viudo y padre de dos hijos será sacerdote

El hombre viudo hace 8 años recibirá la ordenación sacerdotal, tiene 2 hijos y agradece a su mujer por el llamado a la vocación

Marcelo Rodolfo Reynoso tiene 56 años, es viudo y padre de dos hijos y va a recibir la ordenación sacerdotal del obispo diocesano, monseñor Fernando Croxatto. En la diócesis de Neuquén este sábado 21 de noviembre habrá un un nuevo sacerdote y desde las redes sociales de la diócesis a las 17 horas mostrarán ese momento.

Reynoso contó su historia, el llamado a la vocación. “Mi nombre es Marcelo Reynoso, soy viudo hace 8 años y tengo dos hijos, Guillermo de 31 años y Leandro de 29. Estoy ahora como diácono incardinado en la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes. Yo recibí el llamado en la pascua de Alejandra (su esposa). Yo sentí que ella, que fue la que siempre estuvo llevando a Jesús a nuestra familia, fue catequista, le dio la catequesis a nuestros hijos, me acompañó siempre a mí también en este camino de encontrar a Jesús y sentí en ese momento, en ese llamado: ‘Yo llegué hasta acá, ahora tenés que seguir vos’ y ese fue como el puntapié, después Dios se encarga de hacer de esta vasija de barro lo mejor”.

“Uno empieza a no entender qué es realmente lo que quiere el Señor de nuestra vida, camina por aquellos lugares de ‘no soy digno’ de semejante regalo. Y así fui caminando, fui presentándome primero con mi director espiritual, el padre Roberto Gómez, después con mi director espiritual Mario Pacher, hablé con el entonces obispo Virginio, y ahí comenzó mi camino hace ocho años”.

A su vez el religioso reconoció “como todo lo que me ha dado Dios: Todo, todo, todo es regalo de Él. Todo lo que ha pasado en mi vida, todos los momentos que tengo y que atesoro son todos regalos de Él. Y por algo Él lo ha decidido y lo ha querido, y no solamente eso, sino que el hecho de darme todo aquello que me falta. Uno pone la voluntad para seguirlo a Él, la perseverancia, pero Él pone el resto de su sabiduría, de su amor, de su misericordia, de su perdón, y de hacer de este barro una vasija que puede contener ese amor que Dios nos da para dar a los demás”, aseguró.