El Papá planificó un entierro con humildad y sencillez

Fiel a su estilo austero, el pontífice dejó expresadas instrucciones para que su funeral se realizara con humildad, sin ostentaciones ni privilegios. Tal como reveló en una entrevista en 2023, el propio Francisco fue quien ideó un nuevo ritual fúnebre, que él mismo sería el primero en protagonizar.

A diferencia de lo que marca el protocolo tradicional del Vaticano, su fallecimiento fue constatado en la capilla privada, en lugar de su habitación. Su cuerpo será llevado directamente a la Basílica de San Pedro, donde será expuesto en un ataúd sencillo, de madera con interior de zinc, sin los tres féretros tradicionales de ciprés, plomo y roble.

Tampoco habrá plataforma elevada ni catafalco. El ataúd reposará al nivel del suelo y no estará acompañado del báculo papal. Además, durante la ceremonia religiosa, se utilizarán títulos simples como "obispo de Roma" o "pastor", dejando de lado las denominaciones que lo destacan como figura de poder.

Como es tradición, dentro del féretro se colocará un pergamino con los hitos más importantes de su pontificado, así como monedas acuñadas durante su papado. El ataúd será cerrado la víspera del funeral.

Francisco también eligió el lugar donde quiere ser enterrado: la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma. Se trata de un sitio especial para él, donde solía dejar flores cada vez que emprendía o regresaba de un viaje. Con la reforma impulsada durante su gestión, cada papa puede elegir su lugar de descanso final, rompiendo con la costumbre de que todos fueran sepultados en las criptas vaticanas.