Estados Unidos habría pausado el acuerdo para que los argentinos viajen sin visa por el escándalo de corrupción que golpea al gobierno de Milei

El acuerdo que había despertado expectativa en Argentina para volver a integrar el Programa de Exención de Visas de Estados Unidos se encuentra en suspenso. De acuerdo con el sitio especializado en política Axios, el Departamento de Estado norteamericano decidió pausar el entendimiento alcanzado en julio pasado, en medio de las denuncias de corrupción que salpican a la administración de Javier Milei.

El 28 de julio, la secretaria de Seguridad de EE.UU., Kristi Noem, y la ministra argentina Patricia Bullrich habían anunciado en Buenos Aires el inicio del procedimiento para que los argentinos pudieran ingresar al país norteamericano sin visa. Sin embargo, la iniciativa quedó en un impasse.

Según Axios, el secretario de Estado, Marco Rubio, canceló la segunda reunión que debía realizarse esta semana en Washington para terminar de cerrar el acuerdo. La comitiva argentina, encabezada por el director de la ARCA, Juan Pazo, se enteró de la decisión cuando ya estaba en viaje. Los funcionarios permanecieron dos días en Miami y luego regresaron a Buenos Aires sin avances.

El medio norteamericano explicó que la suspensión responde a la preocupación de la Casa Blanca por los audios filtrados que comprometen al ex titular de la Agencia de Discapacidad, Diego Spagnuolo, y a la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, en presuntos manejos de corrupción.

Un alto funcionario de la administración Trump citado por Axios fue contundente: "Digamos que no nos pareció bien. Es vergonzoso".

Axios, uno de los portales más influyentes de Washington -referencia para cadenas como CNN y CNBC y diarios como The Washington Post y The New York Times- dio la primicia que ahora resuena en los círculos diplomáticos.

Consultada por el medio, la oficina de prensa de Milei evitó dar precisiones: "No discutimos los detalles de conversaciones diplomáticas privadas", fue la respuesta oficial.

La pausa del acuerdo deja en el aire una de las promesas más celebradas por el Gobierno en materia de relaciones exteriores y abre interrogantes sobre el impacto de la crisis política argentina en la agenda bilateral con Estados Unidos.