Historia

Hace 44 años se emitía el último capítulo del Chavo del 8, una leyenda que aún se sigue emitiendo

Un día como hoy en 1980, Televisa ponía al aire el último capítulo del Chavo del 8 luego de siete exitosas temporadas.

Joaquin Saldaña

El 7 de enero de 1980, la famosa señal de cable mexicana Televisa puso al aire el último capítulo del Chavo del 8, luego de mega exitosas siete temporadas que trascendieron todas las fronteras y los idiomas, bajo la idea de un genio como Roberto Gomez Bolaños "Chespirito".

Había nacido como sketch adentro de un programa y su éxito lo llevó a trasformarse en una serie independiente en 1973. La historia de un niño huérfano de 8 años a quien su mamá abandonó, y que se escapó de un orfanato para llegar a una vecindad donde se quedó a vivir en un barril, cautivó al público de todo el mundo. Su formato de comedia en el fondo tocaba temas muy profundos relacionados con la pobreza, el hambre, la diferencia de clases, la desocupación y la discriminación.

Se convirtió en un ícono cultural para toda Latinoamérica y trascendió las fronteras mundiales acompañando distintas generaciones aún hasta la actualidad, con traducciones al italiano, al ruso, al portugués y al japonés.

Nació de la cabeza de Roberto Gómez Bolaños, apodo "chespirito" justamente por la adaptación al español de un mini Shakespeare, en alusión al genio de la dramaturgia. De las idea de Bolaños no solo surgió el chavo, sino los personajes de toda la vecindad: Don Ramón, quien siempre debía la renta y se las arreglaba para no pagarla, criando solo a su hija Chilindrina, la amiga del Chavo por excelente; en diagonal compartían patio con una viuda, Doña Florinda, y su hijo mimado Quico, de clase media baja con delirios de grandeza. A ella la visitaba siempre el Profesor Jirafales, maestro de escuela de todos los niños de la serie y enamorada eterno de Doña Florinda sin concretar jamás un beso. Todos los meses pasaba a cobrar el dueño de la vecindad, el señor Barriga, siempre recibido por algún golpe torpe del Chavo; y a veces iba su hijo (igualísimo) Ñoño a jugar con el chavo y los amigos, siempre ostentando un poder económico más holgado. También vivía allí Doña Clotilde, a quienes los niños apodaban la "Bruja del 71", viuda y enamorada de Don Ramón. En definitiva, cada uno tenía situaciones difíciles, como el Chavo, con las cuales lidiar.

En ese patio de vecindad giraron la mayoría de los 290 capítulos que tuvo El Chavo del 8 durante las 7 temporadas, variando algunos de ellos entre las distintas viviendas, el patio de al lado, el aula de la escuela o, en alguna ocasión, una locación externa como Acapulco en vacaciones.

Un éxito con fuertes conflictos internos

Según Chespirito, Ramón Valdez, el actor que daba cuerpo a Don Ramón, era el más gracioso de la serie y le tenía una estima especial. Sin embargo, cuándo decidió irse de la serie, las cosas no quedaron bien entre ellos, y al morir Valdez de cáncer en 1988 solo una actriz del elenco, Angelines Fernández (Doña Clotilde), asistió al velorio.

Tanto Carlos Villagrán (Quico) como María Antonieta de las Nieves (Chilindrina) tuvieron inconvenientes para utilizar el nombre de sus personajes para giras personales, por lo que debieron enfrentar acciones legales. Al parecer, cuando terminó el programa Chespirito prohibió el uso de los personajes sin ningún derecho. Quico tuvo que cambiar la Q por la K y la chilindrina recién en 2013 pudo ganar el juicio de derechos.

En 2014 fue Edgar Vivar (señor Barriga) quien reclamó más regalías seguir apareciendo continuamente en la pantalla chica décadas después del final del programa, y cobraban el 10% del sueldo de aquel entonces, sin contar ninguna devaluación en todo ese tiempo.

Durante el rodaje de El Chavo, Florinda Meza se transformó en la segunda mujer de Roberto Gómez Bolaños, que había tenido 6 hijos de su primer matrimonio, con los que ella siempre estuvo en conflicto, más aún en los años posteriores a la muerte del cómico en 2014 por los derechos heredados por su padre.

Su figura siempre fue controvertida para los medios de comunicación y para el resto de los personajes de la serie. Además, se vio envuelta en un fuerte conflicto con Carlos Villagrán, quien aseguró haber tenido un romance con ella y ésta lo acusó de mentir para hacer publicidad a costa de su imagen.

Más allá de cualquier tipo de conflicto, típico de muchas series exitosas de la tv, nadie puede negar el grado de popularidad que mantuvo y mantiene hasta el día de hoy a El Chavo del Ocho entre las principales producciones latinoamericanas de todos los tiempos.

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