Streaming submarino: la ciencia argentina vuelve a explorar el fondo del mar en vivo
Tras el éxito de la primera campaña, investigadoras del Servicio de Hidrografía Naval y el CONICET se embarcan en una nueva expedición para estudiar los cañones submarinos y su relación con la Corriente de Malvinas. Será transmitida nuevamente por YouTube y Twitch.
La ciencia argentina se prepara para una nueva inmersión en lo desconocido. Luego de la histórica expedición transmitida en vivo desde el cañón submarino de Mar del Plata -que alcanzó 17,5 millones de visualizaciones y permitió descubrir 40 nuevas especies-, un equipo de científicas del Servicio de Hidrografía Naval (SHN) y el CONICET regresará al océano Atlántico en octubre. El objetivo: estudiar cómo interactúan los cañones submarinos con la poderosa Corriente de Malvinas.
La campaña anterior mostró, en tiempo real, la sorprendente biodiversidad del fondo marino argentino. Esta vez, el desafío es aún mayor: explorar la dinámica de corrientes profundas, estudiar la circulación de nutrientes y comprender su impacto en toda la cadena alimentaria.
"Cada una venía observando que en estas zonas pasaban cosas raras", explicó Ornella Silvestri, investigadora del SHN y becaria doctoral del CONICET. "Nos juntamos, presentamos el proyecto y ahora vamos a investigarlo en profundidad".
La expedición estará liderada por las doctoras Silvia Romero, Laura Ruiz-Etcheverry y Graziella Bozzano, junto con Silvestri. Entre geología y oceanografía, buscarán confirmar una hipótesis clave: que las aguas subantárticas de la Corriente de Malvinas, al ingresar en los cañones submarinos, alimentan a organismos microscópicos como el fitoplancton y el zooplancton. Estos son, precisamente, la base de toda la cadena trófica.
Los cañones submarinos no solo son formaciones geológicas impactantes, sino también corredores naturales por donde circulan nutrientes y biodiversidad. "Queremos ver cómo interactúan esas corrientes con la forma del fondo. Es una dinámica que hasta ahora nunca fue estudiada en detalle", agregó Silvestri.
La misión utilizará tecnología de punta: sensores, boyas y el ROV SuBastian, un robot que desciende hasta miles de metros y transmite en ultra alta definición. A diferencia de la primera campaña, esta vez no se recolectarán organismos marinos: el enfoque estará puesto en observar y registrar hábitats.
Las transmisiones en vivo volverán a ser parte esencial del proyecto. La experiencia anterior demostró que la ciencia puede traspasar los límites del laboratorio y llegar a los hogares. "Nos sorprendió el interés genuino de la gente por conocer el territorio sumergido", dijo Silvestri.
El equipo espera volver a generar ese lazo con la sociedad. Mostrar que el fondo del mar no es un desierto oscuro, sino un ecosistema vibrante, rico y esencial para la vida en el planeta.







