IGNACIO TORRES SIN FRONTERAS

El abrazo de ayer de Ignacio Torres con el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, rodeados de una constelación de intendentes peronistas y no peronistas trasciende holgadamente el encuentro de 2 gobernadores firmando acuerdos de cooperación institucional e ingresa en el dúctil terreno del lenguaje político argentino donde pujan por un lado aquellos que sostienen que los partidos políticos han quedado vaciados de contenido ideológico y solo son vehículos electorales indispensables para la acumulación de volumen político y para, eventualmente, apalancar las transformaciones productivas, sociales y culturales que haya que hacer, y por el otro los reduccionistas binarios que sostienen que la política se divide en dos: la casta y los otros, los que supuestamente la ven y los que no.

Ignacio Torres llegó a la gobernación el año pasado utilizando la plataforma electoral de Juntos por el Cambio, una sociedad de proistas y radicales sin demasiada coherencia interna, con un claro discurso orientado a garantizar que terminaría con una provincia desordenada luego de 20 años de hegemonía peronista.

20 años de peronismo que fue mutando desde un dasnevismo de ortodoxia justicialista a la transversalidad del ProVeCh, el realineamiento kirchnerista de Martín Buzzi y finalmente los 6 años de Mariano Arcioni heredando, incubando y consolidando la peor crisis económica de Chubut bajo el protectorado político de Sergio Massa y su Frente Renovador.

Peronistas al fin de cuentas todos, a los que el electorado chubutense creyó que les daba de baja optando por Ignacio Torres el 30 de julio de 2023.

Es que la brevísima carrera política de Ignacio Torres y su meteórico ascenso a lo más alto de Chubut se dio de la mano del PRO, de Mauricio Macri, de Patricia Bullrich y de Horacio Rodriguez Larreta.

Sin embargo, desde los inicios mismos de su trayectoria política en 2015 como director ejecutivo del PAMI Chubut primero y como coordinador de la mesa de desarrollo patagónico después en 2019, jamás ocultó su simpatía y admiración por el aquel entonces ya tri gobernador Das Neves.

En aquellos días Das Neves lo recibía asiduamente a Torres en su despacho para coordinar gestiones y articular el diálogo político entre Macri y el primero.

En ese tiempo terminó de consolidarse una relación de simpatía y admiración política de Torres hacía Das Neves que es la génesis y el ADN mismo que inspira consciente e inconscientemente todo el accionar político del actual gobernador en estos vertiginosos primero 5 meses de gobierno. Tal es el grado de afinidad que hay entre Torres y el recuerdo de Das Neves que el hijo de este último, Pablo Das Neves, cuando se refiere a Torres dice: "mi amigo Nacho"

"Yo soy un pragmático" suele decir Torres cuando se le consulta sobre sus alianzas circunstanciales con unos y otros sin enfrentarse por el momento con nadie, excepto cuando las encuestas, a las que es afecto encargar, le sugerían en febrero de este año que era altamente rentable en el corto plazo enfrentar al presidente Javier Milei en su disputa por la retención de fondos coparticipables que le fueron debitados automáticamente por la inmensa deuda que Chubut tiene con Nación por el famoso Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial.

Cuáles son las fronteras ideológicas en el armado político de Ignacio Torres para gobernar Chubut???

Emanuel Fernández, el diputado provincial de Comodoro Rivadavia que integra el bloque oficialista en la legislatura de Chubut afirmó la semana pasada: "...nuestro gobierno es un gobierno que no excluye a nadie. Nuestro única frontera es el kirchnerismo...". Tres días después, consultado por la definición de Fernández, el diputado Daniel Hollman, presidente del bloque oficialista Despierta Chubut desautorizó los dichos de su compañero de bancada afirmando textualmente que "...no hay límites ni fronteras en la conformación de equipos ni en la selección de nombres para sumar al gobierno de Torres. El único límite es la idoneidad..." Una prueba indubitable de dicha laxitud ideológica lo constituye la incorporación como asesores al bloque oficialista de la Legislatura de 3 ex funcionarios del intendente Adrián Maderna (Rocio Duarte -ex pareja de Maderna-, José Gimenez y Gustavo Cardozo -esposo de la ex diputada también madernista Leila Lloyd Jones-). Dicen los que dicen que saben que la incorporación de estos 3 individuos forma parte del pago a Maderna por sus acciones de sabotaje en contra del entonces candidato a gobernador Juan Pablo Luque en la ciudad de Trelew en la elección de Julio de 2023.

El propio Torres el pasado martes expresó en un reportaje "...todo aquel que tenga ganas de laburar va a ser convocado. No convocamos gente en función de si trabajo o no trabajo para nuestra campaña. El único requisito es que tenga ganas de laburar..."

Mirando la integración del gabinete y de las segundas líneas del actual gobierno aparecen ex funcionarios del gobierno de Arcioni como Andrés Meiszner y Nicolas Cittadini o como la ex diputada provincial kirchnerista y también ex funcionaria de Mariano Arcioni, Elba Willhuber.

Por eso es que el abrazo de ayer de Torres con Kicillof es un claro mensaje de su confeso pragmatismo.

La semana pasada se lo escuchó decir en la intimidad de una sobremesa que hoy le reditúa más un abrazo con el gobernador de Buenos Aires para intentar seguir vaciando un justicialismo chubutense en diáspora y sin liderazgo que un abrazo con Macri o Bullrich que si bien lo sostuvieron en sus inicios actualmente no le suman nada.

Entonces qué es Torres??? Un peronista mimetizado dentro del PRO???

Torres es de Torres. No tiene ideología definida. Puede prometer achicar el estado si es conveniente prometerlo y puede prometerles a los empleados de Radio Nacional en riesgo de quedarse sin trabajo que evaluará absorberlos a todos en un esquema de radiofonía provincial.

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