El líder de una organización traficaba cocaína desde Bolivia

Antonio Castillo financiaba y organizaba el tráfico de estupefacientes desde Bolivia a través de la provincia de Salta, y los trasladaban hacia el área metropolitana.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de la Ciudad Autónoma de Buenos Airesle dio una pena de diez años y medio de prisión a Antonio Castillo, sindicado líder de una organización narcocriminal por haberse acreditado su autoría penal en el delito de “financiamiento y organización de actividades de tráfico de estupefacientes, en función del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por la intervención de tres o más personas”.

Desde del Ministerio Público Fiscal intervino el titular de la Fiscalía General N°1 ante los TOF, Diego Luciani, quien en su acusación había solicitado la imposición de 14 años de prisión para el acusado. El Tribunal, estuvo compuesto por los jueces Ricardo Basilico (presidente), José Michilini y Adrian Grumberg, además impuso a Castillo -de acuerdo con lo también requerido por la fiscalía- una multa de 35 mil pesos y lo condenó a pagar las accesorias legales y las costas del proceso. Se acreditó la responsabilidad del acusado en la cúspide de la organización criminal dedicada al tráfico de material estupefaciente proveniente de Estado Plurinacional de Bolivia, a través de la provincia de Salta, para luego ser finalmente trasladado y distribuido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con previa escala en diferentes puntos del territorio argentino.

Se acreditó en el debate la existencia de la organización al menos a partir de los primeros días de octubre de 2012. Las distintas investigaciones realizadas permitieron confiscar a la organización encabezada por Castillo más de una tonelada de cocaína.

El fiscal Luciani expresó “se encuentra acreditada tanto la materialidad como la intervención y la responsabilidad de quien ha sido sometido a este juicio”. A su vez señaló en relación a la responsabilidad del ahora condenado: “Castillo es el hilo conductor de todas las investigaciones que vinieron detrás y de las que también fueron condenados otros integrantes de la asociación. Sus diversos teléfonos celulares intervenidos permitieron ir dando con los integrantes de la organización”. Además, el MPF indicó que “las intervenciones telefónicas y los seguimientos a cada una de las 17 personas que conformaban dicha organización, no dejan margen de duda sobre tal circunstancia”.

“Castillo es el hilo conductor de todas las investigaciones que vinieron detrás y de las que también fueron condenados otros integrantes de la asociación. Sus diversos teléfonos celulares intervenidos permitieron ir dando con los integrantes de la organización”.

La acusación detalló en su alegato que las intervenciones telefónicas permitieron probar el funcionamiento de la organización y dar cuenta “del poderío del grupo criminal, las sólidas estructuras, la continuidad en el tiempo y las monumentales cantidades de sustancias estupefacientes que manejaban, la pureza del estupefaciente, las ganancias que generaban y la enorme cantidad de personas que conformaron a lo largo de los años las organizaciones investigadas. Todo esto me lleva a considerar la gravedad y magnitud de los hechos investigados y la prolongación de tales maniobras delictivas a lo largo del tiempo, con nuevas personas que fueron incorporándose y que con conocimiento y voluntad formaban parte de una gran ‘organización’, lo cual revela claramente la dimensión y capacidad de actuación del grupo criminal”, sintetizó la fiscalía