Mendoza

Casi tres años preso por un abuso sexual que no cometió: la Corte lo absolvió y ahora busca recuperar su vida

Leonardo Rivera estuvo dos años, once meses y veintitrés días detenido por la acusación de haber abusado de su hijo. La Suprema Corte de Mendoza anuló la condena y ordenó su liberación por falta de pruebas. El hombre, que no ve a su hijo desde hace tres años, reclama justicia.

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"Estuve preso dos años, once meses y veintitrés días por un delito que no cometí", resume Leonardo Rivera, un hombre de 52 años de Lavalle, Mendoza, que acaba de ser absuelto por la Suprema Corte provincial. Había sido condenado a ocho años de prisión por el supuesto abuso sexual de su propio hijo, una acusación que finalmente quedó desestimada por los máximos jueces.

El caso sacudió al ámbito judicial mendocino, ya que no existen antecedentes de que la Corte anule una sentencia tan grave como la de abuso sexual agravado por el vínculo. En julio de 2024, Rivera había sido encontrado culpable en un juicio a puertas cerradas por decisión del juez penal Agustín Chacón. Sin embargo, los jueces Dalmiro Garay, José Valerio y Omar Palermo revisaron el fallo y detectaron serias irregularidades en el proceso, entre ellas "vicios procesales" y "valoración arbitraria de las pruebas".

Según la defensa de Rivera, no existían evidencias concluyentes y, de hecho, los supuestos indicios médicos correspondían a una época en la que el hombre ya no convivía ni tenía contacto con el niño.

El calvario judicial comenzó con una denuncia presentada por la guardería a la que asistía el pequeño, respaldada por la madre del niño -ex pareja de Rivera- y los abuelos maternos. Desde entonces, padre e hijo no se han vuelto a ver.

La liberación llegó de manera inesperada: "Estaba en mi casa, con prisión domiciliaria, trabajando con mis plantas, cuando me llamaron para avisarme que estaba libre", relató Rivera, quien tuvo que devolver el dispositivo de control electrónico y presentarse ante el Poder Judicial para formalizar su liberación.

En total, pasó casi tres años detenido, entre la cárcel de Boulogne Sur Mer y el régimen domiciliario. Ahora, con el apoyo de su abogado, analiza acciones legales por falsa denuncia, aunque descarta, al menos por ahora, avanzar con un pedido de Jury contra el juez que lo condenó.

Mientras tanto, espera que la Justicia de Familia intervenga para permitirle recuperar el contacto con su hijo. "No quiero conflictos, quiero hacer las cosas bien", aseguró.

Rivera, jubilado por incapacidad, aprendió el oficio de peluquero y sobrevive con esfuerzo. La fe y el acompañamiento de su familia, dice, fueron claves para atravesar este proceso. Ahora, con la libertad recuperada, enfrenta otro desafío: limpiar su nombre y reconstruir el vínculo con su hijo.

F: D1

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