Caso Millaray: Piden 13 años de prisión para el acusado de abusar de la adolescente

La fiscalía solicitó una condena de 13 años de prisión para Gustavo Ezequiel Donaire, el joven acusado de abusar sexualmente de Millaray Cattani, la adolescente de 15 años que se quitó la vida en abril de 2021 tras sufrir la agresión.

El proceso judicial se desarrolló en la Cámara Oral N°2 de Caleta Olivia, presidido por el juez Juan Pablo Olivera. Durante las audiencias, tanto la fiscalía como la querella coincidieron en el pedido de pena, mientras que la defensa del acusado pidió su absolución o, como alternativa, la pena mínima prevista para este delito.

El veredicto se conocerá el próximo viernes 4 de julio al mediodía, y la expectativa es enorme, ya que la familia de Millaray considera que esta sentencia puede sentar un precedente histórico en la justicia argentina.

Millaray se quitó la vida en 2021, pero detrás de esa decisión desesperada había un secreto que salió a la luz tras su muerte. Su familia encontró en su diario íntimo frases y confesiones que señalaban que había sido abusada sexualmente a los 13 años por el hermano de una compañera de escuela: Gustavo Ezequiel Donaire, que entonces tenía 19 años.

"Me duele tanto lo que me hizo", escribió Millaray en enero de 2020. Este y otros mensajes fueron clave para reconstruir su calvario. Las amigas de la víctima también confirmaron el abuso ante la Justicia y sus testimonios resultaron determinantes para la acusación.

Actualmente, Donaire tiene 25 años, es soldado voluntario del Ejército y vive en otra localidad. Llegó al juicio en libertad, pero si es hallado culpable podría recibir una condena de entre 6 y 15 años de prisión.

A través de redes sociales, la familia de Millaray expresó su esperanza de que este viernes se haga justicia. "Exigimos una condena ejemplar para que se haga justicia por Millaray. Solo deseamos que Gustavo Donaire sea condenado y detenido de inmediato para que ella pueda descansar en paz", expresaron.

El caso Millaray expone la posibilidad de juzgar un abuso sexual aun cuando la víctima ya no esté viva para declarar. La familia espera que la sentencia permita, al fin, empezar a transitar el duelo que quedó congelado el día que conocieron la verdad.