Estafa a una anciana: La defensa inaudita en el caso que involucra a una mamá y sus dos hijos en Chubut
Dos hermanos y su madre fueron sentenciados por la estafa a una anciana, mientras la defensa intentó culpar a la víctima por no tener "barreras de autoprotección". La resolución se conocerá el 19 de noviembre
La estafa del "cuento del tío", una de las modalidades delictivas más despreciables por su enfoque en la vulnerabilidad de las personas mayores, fue nuevamente debatida en una audiencia de la Cámara Penal. El objetivo fue revisar la sentencia de primera instancia que condenó a los hermanos Maximiliano Nicolás Esteban y Cristian Alejandro Esteban a tres años y seis meses de prisión efectiva, y a su madre, Marta Traico, a dos años de prisión en suspenso.
La audiencia se centró en la argumentación de la defensa, que intentó revertir la condena con planteos audaces. El abogado defensor no buscó demostrar la inocencia de sus clientes, sino que desplegó el polémico argumento de que la víctima, a pesar de su avanzada edad, poseía un "camino vital importante" con vida laboral y social, por lo que debió haber activado las "barreras de autoprotección" necesarias, sugiriendo una corresponsabilidad en la pérdida. La fiscal María Bottini rebatió contundentemente este planteo, defendiendo la vulnerabilidad de la víctima y la solidez de la prueba.
Otro punto atacado por la defensa fue la certeza sobre el monto del dinero sustraído, poniendo en duda la capacidad de ahorro de la víctima. La fiscalía y la querella refutaron esto, contextualizando los ahorros como el fruto de casi 70 años de trabajo y una desconfianza en los bancos arraigada en la historia de crisis económicas argentinas, presentando además pruebas de la legalidad de sus transacciones.
El procurador de fiscalía Ismael Cerda expuso un hecho clave que demostró la premeditación del delito: la estafa no fue un acto aislado. En simultáneo al llamado que engañó a la víctima, los acusados realizaron llamadas a 46 personas mayores más en Esquel. Esto demostró que se trató de una "campaña masiva" en busca del blanco más vulnerable, no de un simple oportunismo. Además, la investigación desmanteló una compleja trama familiar: la camioneta Toyota SW4 de la madre fue utilizada, y ella misma fue grabada por cámaras de seguridad ayudando a sus hijos a trasladar y contar el dinero sustraído, operación que tomó más de dos horas.
Finalmente, la fiscalía presentó un rastro digital irrefutable que conectó cada punto de la operación, desde la geolocalización hasta el análisis de comunicaciones, reforzando la sentencia condenatoria. Todos estos elementos serán evaluados por la Cámara Penal, cuya resolución final se dará a conocer el próximo 19 de noviembre al mediodía.







