Abuelas de Plaza de Mayo anunció la aparición de la nieta 129

En conferencia de prensa, Estela de Carlotto contó la historia de la nueva nieta recuperada

Abuelas de Plaza de Mayo anunció esta tarde el encuentro de una nieta más en el marco de su lucha por restituir la identidad de cientos de niños que fueron raptados durante la última dictadura cívico militar.

La noticia que se volvió viral fue confirmada hace unas horas por Abuelas de Plaza de Mayo que a las 17.30 brindó una conferencia de prensa en su sede de Virrey Cevallos para comunicar “la feliz noticia” del encuentro de la nieta 129. 

“Las numeramos para darnos fuerza con el número que va aumentando”, dijo la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela De Carlotto al anunciar la noticia.La nieta, que nació en 1977, a la que sus padres querían llamar Soledad, es hija de Norma Cintura Sintora y Carlos Alberto Solsona, que se encontraba presente en la conferencia de prensa, al igual que sus dos hermanos.

Sentada junto al padre de la nieta de un lado y el hermano del otro contó la historia de la nieta 129, quien actualmente vive en España. 

Norma Cintura Sintora nació en Córdoba en 1951 donde hizo primaria y secundaria. Norma comenzó a estudiar ingeniería electrónica en la Universidad de Córdoba donde conoció a Carlos Alberto, su marido. Formaron pareja en 1974. En Marzo del 75 se casaron y en el 76 tuvieron a su primer hijo, Marcos. La pareja militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y en el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). “A ella los compañeros la llamaban la Morocha, Raquel, Turca o Marta”, comenta Estela De Carloto en el comunicado.

A fines del 76, ante la ferocidad de la represión, la pareja decidió dejar a cargo a su primer hijo Marcos a sus abuelos maternos y exiliarse mientras Norma cursaba el octavo mes de su segundo embarazo. Pero eso nunca pudieron concretar el exilio.

En el 77, alojada en la casa de un matrimonio amigo de militancia en Moreno, Norma fue secuestrada junto a ellos, y Estela hace hincapié: los tres continúan desaparecidos. Al momento del secuestro Carlos ya se encontraba fuera del país y planeaba reencontrarse con ella en España.

a familia Solsona-Síntora pretendía escapar de la dictadura y reencontrarse en España: Norma con Marcos y su bebé –a quien pensaban llamar Pablo, si era varón, o Soledad, si era mujer–, y Carlos, ya fuera de Argentina.

Nada más se supo de Norma ni del bebé nacido/a en cautiverio. Se presume que, por la zona del secuestro, podría haber sido llevada a Campo de Mayo, donde habría dado a luz en alguna de las maternidades de ese centro clandestino de detención. Marcos, el hijo mayor de Norma y Carlos, creció con sus abuelos, con una verdad contada lentamente, mirando fotos y leyendo las cartas que le enviaba su papá. Cuando cumplió 10 años, su abuelo paterno Domingo Solsona lo llevó con Carlos y se produjo el reencuentro. Luego Carlos formó pareja con Ana y tuvo otro hijo, Martín.

Carlos y los abuelos Solsona y Síntora radicaron tempranamente la denuncia sobre el bebé que buscaban en Abuelas de Plaza de Mayo. Existen registros de las presentaciones del abuelo Héctor Síntora en la filial de Abuelas de Córdoba, que mencionaban la desaparición de su hija embarazada de ocho meses.

El relato de Abuelas continúa: “En 2012, a partir de diversas informaciones recibidas sobre una joven que había sido inscripta como hija propia por un matrimonio, desde Abuelas se resolvió la aproximación del caso. La documentación reunida mostraba, entre otras cosas, que la partida de nacimiento apócrifa había sido firmada por un médico de la Policía Federal Argentina y que el parto había ocurrido en domicilio. En 2013, el equipo de Aproximación del área de Investigación de Abuelas, contactó a la presunta hija de desaparecidos que vivía en el exterior para invitarla a realizarse el examen de ADN. El equipo realizó la comunicación por teléfono y quedó en continuarla vía correo electrónico. La mujer adelantó que en 2014 viajaría al país para seguir conversando sobre la posibilidad de analizarse y se le transmitió que la prueba genética también podía efectuarse a través del Consulado”.

Y finaliza: “En junio de 2017, a partir de un allegado de la joven que la incentivó a buscar su origen, se pudo retomar el vínculo. Este amigo, que vive en la Argentina, fue atendido por el equipo jurídico y el de Presentación Espontánea de nuestra Asociación, para despejar dudas y restablecer los puentes para que la mujer accediera finalmente a analizarse. Hace dos semanas la nueva nieta ingresó al país y, por una notificación de Migraciones, se presentó a la Justicia el miércoles 3 de abril. Allí, con intervención del equipo interdisciplinario de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), aceptó realizarse voluntariamente el análisis en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), que arrojó que es hija de Norma Síntora y Carlos Alberto Solsona. Abuelas notificó a su papá y a sus hermanos sobre el encuentro, quienes viajaron hasta aquí para conocer todos los detalles del caso. Su papá Carlos, sus hermanos Marcos y Martín y sus sobrinos la esperan para abrazarla y reconstruir más de 40 años de historia arrebatados por el terrorismo de Estado. Pedimos, como siempre que anunciamos una restitución, que se respeten los tiempos y la privacidad de las víctimas y sus familias para no obstaculizar este proceso tan sensible y delicado”.

 

Abuelas cuenta la historia de la #Nieta129, hija de Carlos Alberto Solsona y Norma Síntora.
En la conferencia están presentes su papá, Carlos, su hermano Marcos y su tío José

— Abuelas Plaza Mayo (@abuelasdifusion) April 9, 2019