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La Iglesia advirtió que la ausencia del Estado en los barrios populares favorece al narcotráfico

En el marco del Día Mundial contra las Drogas, la Iglesia alertó sobre el retiro del Estado en villas y barrios populares, y advirtió que eso facilita el avance del narcotráfico.

Joaquin Saldaña

En vísperas de la Jornada Mundial contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, la Conferencia Episcopal Argentina emitió un fuerte pronunciamiento donde expresó su preocupación por la ausencia del Estado en villas y barrios populares, lo cual -según advierte- está dejando espacio libre al avance del narcotráfico.

El comunicado denuncia el desfinanciamiento de políticas públicas, obras de integración urbana y programas de prevención y recuperación de adicciones.

Uno de los puntos críticos señalados es la falta de apoyo económico y estructural a las organizaciones sociales y eclesiales que trabajan día a día en la prevención del consumo y la contención de personas con adicciones. La Iglesia destaca especialmente el recorte en el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), un programa que había sido respaldado por el Congreso y financiaba obras clave como redes de cloacas, energía eléctrica segura y urbanización de barrios populares.

"Desfinanciar sus obras, demorar la ayuda o relegarlas a la buena voluntad de voluntarios agotados, es una forma indirecta de condenar a muchos a la muerte", afirma el texto, que también exige que las autoridades nacionales, provinciales y municipales reconozcan y fortalezcan el trabajo territorial con recursos reales y sostenidos.

La Conferencia Episcopal resaltó que numerosas comunidades eclesiales -como parroquias, centros barriales, Hogares de Cristo, Cáritas, y otras organizaciones- trabajan hace años en silencio acompañando a jóvenes y adultos atrapados por el consumo de drogas, brindando contención, vínculos y acompañamiento.

Sin embargo, denuncia que la falta de presencia estatal, el deterioro económico y la sobrecarga del voluntariado ponen en riesgo esa red fraterna, y advierte que sin inversión pública, "no habrá quien reciba a los que tocan fondo buscando una segunda oportunidad".

Además, el documento subraya que la prevención y la educación deben ser pilares fundamentales en la lucha contra el narcotráfico, y que no pueden quedar libradas exclusivamente a la voluntad de quienes, a pulmón, sostienen estos espacios.

En un mensaje directo a los responsables de gobierno, los obispos piden: "¡Escuchen el clamor de los que luchan por salir del consumo! ¡Vean el dolor de familias y comunidades que están destrozadas por este flagelo!"

El texto concluye con una palabra de esperanza dirigida a las personas que atraviesan el drama de la drogadependencia: "No se desanimen. Pidan ayuda. No dejen de llamar a la puerta de todos cuantos queremos ayudarlos".

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