Salud

Bombillas Stanley fueron retiradas del mercado por la posible presencia de piezas metálicas

Se retiran del mercado de varios lotes de bombillas de la marca Stanley en Argentina, debido a la posibilidad de que contengan pequeñas piezas metálicas en su interior

Joaquin Saldaña

La empresa distribuidora Parallel S.A. ha anunciado de manera voluntaria el retiro del mercado de varios lotes de bombillas de la marca Stanley en Argentina, debido a la posibilidad de que contengan pequeñas piezas metálicas en su interior. Esta medida preventiva se toma tras la detección de un error temporal en el proceso de fabricación en China, donde algunas bombillas podrían estar afectadas.

Los modelos afectados son los de tipo "cuchara" y "resorte de precisión", identificados en los lotes B22, C22, D22, A23 y B23. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) ha comunicado sobre esta situación, instando a los consumidores a tomar medidas preventivas para evitar posibles riesgos para la salud.

En Argentina, se estima que alrededor de 59,947 productos de los lotes mencionados están en manos de los usuarios finales, aunque no se especifica cuántas unidades adicionales podrían estar en comercios y negocios mayoristas. 

La firma PMI South America Consumer Goods Ltda, responsable de la distribución en la región, está inspeccionando todas las bombillas potencialmente afectadas para garantizar la seguridad de los consumidores.

La empresa Stanley ha reconocido el posible riesgo asociado al uso de estas bombillas defectuosas, ya que la ingestión de pequeñas piezas de metal desprendidas podría tener consecuencias para la salud. Por ello, insta a los consumidores que posean productos de los lotes afectados a solicitar la devolución voluntaria, que será gratuita y se podrá cambiar por un producto nuevo si está disponible, o solicitar la devolución del importe abonado.

Es importante destacar que esta no es la única situación delicada que ha involucrado a la marca Stanley recientemente. Se reveló que habían utilizado plomo en la composición de los vasos o jarros para sellar la pared externa y garantizar el aislamiento al vacío. Aunque aseguran que no hay plomo en ninguna parte de la superficie en contacto con el consumidor o los alimentos, esta revelación ha generado preocupaciones adicionales entre los usuarios.

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